Los hechos denunciados sucedieron dentro de los límites del camping de esta pequeña ciudad de playa de 30.000 habitantes en la que se refugian muchos marplatenses que huyen de las aglomeraciones del verano austral. De hecho, tanto la menor como sus supuestos abusadores son marplatenses.
Tres de los denunciados aducen que no estaban en la carpa en donde la menor de 14 años fue hallada el primero de enero a la noche por su madre. La familia de la menor se alojaba en las cabañas de complejo El Durazno, y la carpa en donde habría transcurrido el abuso a solo 50 metros de distancia. Los detenidos son Lucas Pitman, de 21 años, Tomás Agustín Jaime (23), Juan Cruz Villalba (23), Manuel Díaz (23) y Roberto Costa (21). Están detenidos desde el 1 de enero acusados de abuso sexual con acceso carnal agravado, un delito con penas de entre 8 y 20 años de cárcel. Los involucrados son jóvenes de clase media, a los que unen aficiones como el surf y el rugby. Dos de ellos admitieron haber tenido relaciones con la menor, pero aseguran que fueron consentidas. Las primeras pericias los desmentirían.
La noticia golpeó a Mar del Plata y a Mirama en el arranque de la temporada de vacaciones, durante un fin de semana largo en el que llegaron unos 230.000 turistas, solo una pequeña parte de los más de cuatro millones que recibirá cuando haya terminado el verano.
Entre los marplatenses y miramarenses la condena sobre los sospechosos es mayoritaria. Los cinco sospechosos han sido escrachados en las redes sociales y sus perfiles se han llenado de cientos de insultos y de peticiones de justicia.
El grupo de amigos involucrado llegó al camping El Durazno en una furgoneta para celebrar la Nochevieja e instaló una tienda de campaña en la que presuntamente ocurrió la violación de la menor. Después de buscarla por todo el recinto, la madre de la adolescente la encontró junto a ellos y alertó al padre, quien llamó a la policía y las acompañó a la comisaría para denunciar el abuso.
Conscientes de la sensibilidad que despierta este tema, las autoridades provinciales desplazaron de forma fulminante al policía a cargo de la investigación. Argumentaron que no había actuado con rapidez en las horas inmediatas a los hechos denunciados, claves para preservar la escena del crimen y recabar evidencias.
Los acusados: Lucas Pitman, de 21 años, Tomás Agustín Jaime (23), Juan Cruz Villalba (23), Manuel Díaz (23) y Roberto Costa (21)
La Fiscalía, por su parte, mantiene en reserva la identidad de la víctima por su condición de menor. Sólo se sabe que recibe atención psicológica y que en los próximos días declarará en cámara Gesell. La fiscal Florencia Salas tampoco ha confirmado los detalles que han trascendido de las declaraciones de Pitman, Jaime, Villalba, Díaz y Costa el miércoles ante el juez.
Al parecer, dos de los acusados admitieron haber mantenido relaciones sexuales con la menor, pero aseguraron que fueron consentidas. Sin embargo, el informe médico preliminar contradice esa versión ya que se hallaron lesiones vaginales compatibles con abuso sexual. Incluso con su consentimiento, por tratarse de una menor de entre 13 y 15 años, la legislación de nuestro país prevé penas de entre 3 y 10 años si se demuestra que los adultos se aprovecharon de la inmadurez sexual de la adolescente.
Mientras los sospechosos declaraban ante el juez, los familiares de los detenidos se enfrentaron a los medios de comunicación presentes. “Los quiero ver acá cuando la Justicia diga que es mentira. Son una mierda”, gritó uno de los padres. Otro arrojó un argumento polémico: “Con los que tienen que hablar son con los padres de la nena que la salieron a buscar a la madrugada después de no saber nada de ella”.
La fiscal y el juez tendrán los resultados de los análisis genéticos la próxima semana. Junto a las declaraciones testimoniales y a las demás pericias ordenadas, como el análisis de las comunicaciones telefónicas, serán claves para esclarecer qué ocurrió la madrugada de Año Nuevo y determinar responsabilidades.
El escenario donde habrían transcurrido los abusos