La Ministra de Seguridad y referente del “mano durismo” gubernamental podría acompañar a Macri en la fórmula que montaría para su reelección. La escasa popularidad de la muy limitada actual vicepresidenta y el hecho de que tanto encuestas como sondeos de redes ubiquen solo a la inseguridad como demanda capaz de equiparar la preocupación por la recesión económica hacen que el equipo de campaña del oficialismo –encabezado por el ecuatoriano Jaime Durán Barba y el jefe de Gabinete, Marcos Peña- analice seriamente la posibilidad de que Bullrich, ministra de Trabajo de la impopular administración De la Rúa y ex legisladora nacional poco caracterizada por su carisma y reconocida por sus sucesivos cambios partidarios, se vuelva una alternativa para el PRO.
El partido fuerte de la agrupación Cambiemos parece además mantener la suficiente fortaleza como para no tener que negociar con sus aliados radicales y de la Coalición Cívica –debe recordarse que esta semana Elisa Carrió cuestionó el proyecto de Bullrich de bajar la edad de imputabilidad de los menores, alertando sobre la posible difusión.
Bullrich parece no haber sido fuertemente alcanzada por las enormes fallas en el dispositivo de seguridad en la organización de la Copa Libertadores y en cambio sí haber capitalizado positivamente el buen impacto que tuvo la reunión del G20 en Capital Federal, más allá de las bravuconadas de la Ministra sobre lo fácil que resultaría garantizar la seguridad del primer evento.
Rumores que cobran fuerza
“Nunca lo hablé con nadie del gabinete, menos con el Presidente, pero sé que empezó a salir y a veces me lo preguntan”, le dijo Bullrich según el diario Perfil. Mientras descansa en un campo cerca de la ciudad bonaerense de Los Toldos, la ministra asegura que va a estar “donde le diga el Presidente” ya que es “una militante de toda la vida”. En particular, tiene pensado quedarse unos días más en el campo y luego partir hacia el balneario Cariló para descansar junto a sus hijos y nietos.
Según sostiene Perfil citando a fuentes de su entorno, la ministra cree que el oficialismo ganará las elecciones a pesar de la mala situación económica. En lo que refiere a su cartera, piensa que el caso Maldonado y el caso Chocobar fueron dos muestras de la “dignificación” de las fuerzas federales y un “cambio de paradigma” que hoy se legitimó. Es cierto: las encuestas que atesora el gobierno nacional, la última de la consultora Isonomía, marcan que una de las áreas mejor valuadas por los votantes es la lucha contra el narcotráfico y la inseguridad. El viernes, entre quesos y salame caseros, Bullrich volvió a la militancia partidaria.
Recibió en su campo, cerca de Los Toldos, a un grupo de cinco intendentes de la cuarta sección electoral –la mayoría muy jóvenes– de la zona para hablar de política varias horas. Hasta allí llegaron Pablo Petrecca, de Junín; Mariano Barroso, de 9 de Julio; Franco Flexas, de General Viamonte; el radical Salvador Serenal, de Lincoln; y Vicente Gatica, de Bragado. Quedaron en que el próximo encuentro será un asado y no una “picada”. La campaña recién comienza.
Una mujer
Aunque todavía no hay una definición sobre quién acompañará a Macri como compañero de fórmula, históricamente Jaime Duran Barba recomienda una mujer. Fue Gabriela Michetti en 2007, María Eugenia Vidal en 2011 y Michetti nuevamente en 2015.
Hoy Carolina Stanley (Desarrollo Social), Bullrich y la actual vicepresidenta son las que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, mandó a medir. Otros funcionarios de la Casa Rosada la ubican como candidata en Capital Federal, el distrito por el que fue diputada nacional hasta llegar al ministerio.
Es que Bullrich se transformó, frente a los magros resultados económicos, en una de las funcionarias capaces de capitalizar, si no logros, al menos la voz de las demandas de la mayoría de la sociedad frente a las posiciones más “garantistas” de los sectores afines al kirchnerismo y la centroizquierda en general.
Desde la Casa Rosada y la oficina de Durán Barba planean que continúe con su alto perfil y que la seguridad sea uno de los temas de la campaña. “El cambio de paradigma, con respecto al kirchnerismo y a la doctrina de Zaffaroni (sic), transformó el tema de la seguridad en un activo para Cambiemos”, plantea la funcionaria ante su equipo. “Como el Metrobús en la Ciudad, la agenda contra el narcotráfico y contra la inseguridad va a ser muy importante para este año electoral”, reflexiona. “Nuestra campaña va a ser de acciones, de gestión, de resultados concretos”, confió a un puñado de funcionarios. En este marco, está previsto avanzar con esa agenda por dos motivos, el primero tiene que ver con dejar con pocos argumentos al kirchnerismo; en segundo lugar porque le rindió bien en el electorado, según las mediciones oficiales. Más aún tomando en cuenta, en materia de seguridad, el “efecto Bolsonaro”, el nuevo presidente de Brasil que se reunirá con Macri el miércoles.