Es por un proyecto presentado por el diputado tucumano Pablo Yedlin, y modificará la ley vigente, que data desde 1983.
Hasta ahora la obligatoriedad era para los niños, y era exigida a la hora de anotarse en las escuelas. Ahora la obligatoriedad se extenderá a los adultos a los que se les exigirá el certificado, siempre según su edad, para poder realizar los trámites.
La nueva ley prevé la creación de un nuevo documento, el Carnet único de Vacunación (CUV), que acreditará la aplicación de las vacunas. El mismo será entregado por todos los organismos capaces de aplicar vacunas: hospitales públicos y privados, farmacias, centros de salud municipales, etc.
El carnet será requerido para renovar el resto de los documentos, tramitar asignaciones familiares y exámenes médicos ocupacionales.
Además, la nueva norma contempla la creación del nuevo Registro Nacional de la Población Vacunada Digital, en la que se deja constancia de todas las vacunas que se van aplicando.
Al mismo tiempo, el nuevo marco legal que desplaza a la ley 22.909 del 83 dispone que los padres, tutores o representantes legales serán responsables de la vacunación de las personas a su cargo y, en caso de incumplir esta medida, “generará acciones de la autoridad sanitaria jurisdiccional correspondiente, tendientes a efectivizar la vacunación, que irán desde la notificación hasta la vacunación compulsiva”.