PolicialesTriple Crimen/Triple Fuga: desde el entorno de los Lanatta aseguran que escaparon porque los querían asesinar

Tomás Lüders14/01/2016
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Desde la relativa seguridad de sus celdas, los prófugos recapturados acusaron de intentar matarlos a policías de la bonaerense ligados con políticos del conurbano. Hoy la principal preocupación en el penal de Ezeiza es mantenerlos con vida, pues la fecha del ultimátum recién se cumplirá mañana.

Escape improvisado
Un supuesto contrato para asesinar en prisión a Martín y Cristian Lanatta y a Víctor Schillaci y tenía una fecha límite para su ejecución: el 15 de enero. Los tres condenados por el triple crimen de General Rodríguez supieron en prisión que su vida no valía nada y arreglaron la fuga. La pagaron o alguien lo hizo por ellos como una forma de salvar sus vidas. Al menos eso sostuvieron a un periodista de La Nación fuentes allegadas a los detenidos.

Según la versión difundida por el diario capitalino, una vez en libertad, debieron cambiar de planes, porque identificaron en la calle a un policía bonaerense que pretendía matarlos. Por eso habría comenzado a improvisar una fuga sin planificación previa, que los llevó a terminar enterrados entre arrozales del centro de nuestra provincia.

La abogada de los recapturados Elizabeth Gasaro abonó la misma hipótesis en sus declaraciones públicas. Dijo que si bien el escape respondió a “un cúmulo de cuestiones”, pesaron principalmente las “amenazas” recibidas. “Va a ser muy fuerte el testimonio” sobre quién emitía esas amenazas, dijo la letrada, sin dar precisiones, respecto de los mensajes que los penitenciarios hacían llegar a los presos en la cárcel de General Alvear.

“Un cúmulo de cuestiones fue lo que les dio razones para salir del penal. En principio, tienen que ver con la seguridad. Pero nos gustaría que sean ellos los que aclaren esa cuestión”, dijo Gasaro sin confirmar plenamente lo que dio a entender entre líneas.

Pero lo que la abogada no afirmó directamente fue luego narrado por los evadidos a sus allegados, sostuvo hoy La Nación. Según esta versión, los familiares de los prófugos recapturados  dijeron que a fines del año pasado recibieron un ultimátum: iban a matarlos, a más tardar, el 15 de enero. Para evitarlo huyeron del penal comprando la fuga y con ayuda externa.

Luego fue la propia ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien afirmó en los medios que la evasión se debió a que estaban amenazados de muerte.

Debe recordarse que Martín Lanatta había denunciado ante la jueza María Servini de Cubría al entonces jefe de Gabinete Aníbal Fernández como quien estaba detrás del triple crimen, luego claro de una investigación-operación entre Clarín y, posiblemente, el propio gobernador Daniel Scioli, que habría buscado separar su boleta presidencial de la gubernamental del entonces polémico jefe de Gabinete.

faraon

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Complicidad Policial y purga
Durante el mismo día en que corrían estas versiones, el gobierno bonaerense filtró a los medios capitalinos un audio que pone en evidencia cómo el comisario Leonardo Julián, jefe de la Distrital de Almirante Brown entablaba conversaciones “amistosas” con Marcelo “El Faraón” Melnyk (ambos en la Foto 2 y en el audio), detenido por supuesta complicidad con los evadidos (se comprobó que los Lanatta y Schillaci estuvieron en su mega-quinta del partido de Flores, adyacente a Quilmes, llevándose armas y dinero del lugar).

También fue apartada una inspectora que se desempañaba en el área de Coordinación Operativa de la Dirección de Investigaciones de Quilmes también registrada en las escuchas difundidas por Ministerio de Seguridad provincial: la inspectora mantenía conversaciones telefónicas con integrantes del entorno de los hermanos Martín y Cristian Lanatta y de Víctor Schillaci. No trascendió el contenido de las mismas.

Pero, sin dudas, el episodio más escandaloso fue la grabación de una charla que el comisario Leonardo Julián con”el Faraón”. En el audio Julián le comunica su traslado a una comisaría cercana a sus operaciones, y le afirma que ahora “tiene banca” en el lugar.

Además de estos dos policías separados porque presuntamente pasaron información a los prófugos, ayer siguió la purga en la policía bonaerense. A los siete comisarios generales separados anteayer se sumaron otros 21 comisarios mayores e inspectores. Fuentes del Ministerio de Seguridad bonaerense aseguraron sin embargo que ninguno de estos últimos tuvo vinculación con la fuga. La decisión de separarlos de la fuerza obedeció a que formaban parte de una estructura de mando sobredimensionada y a que no cumplían funciones específicas.

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