En medio de las sospechas deslizadas ayer en el Concejo sobre un negocio armado con supuesta información confidencial filtrada desde la Municipalidad, el subsecretario de planeamiento municipal y líder del proyecto, Guillermo Zampini, defendió el emprendimiento en el programa La Cocina de Canal 8 –programa hermano de Venado 24-, y ratificó que no corresponde que el inversor seda el 15 por ciento del loteo –cesión establecida para todo loteo urbano-, ya que eso sería “cambiarle la bocha” y exigirle otra cosa como si (la municipalidad) fuese socio”, considerando que el proyecto se estableció en un área a parcelar como “zona rural”.
A ciencia cierta, y según admitió ayer el funcionario, el proyecto original para la relocalización de talleres, depósitos y cerealeras iba a ser un proyecto municipal . El plan original de crear un parque municipal de actividades económicas es defendido por el arco opositor en el Concejo y (en estricto off the record) por algunos funcionarios que participaron de la iniciativa. A la hora de las respuestas, para Zampini el millonario emprendimiento terminó en manos de un único inversor privado porque el Municipio “no está habituado a algunas tareas”.
Ayer el Concejal socialista Fabián Vernetti señaló que, de haber sido este un proyecto municipal, el valor de los lotes que se cobrará a las empresas que deban trasladarse habría sido mucho menor. Así fue alertado, también en off, por empresarios que estaban interesados por la iniciativa original. Para Vernetti, siendo que el proyecto privado “ya es un hecho” –el plan está contemplado en el Plan de Desarrollo Territorial para trasladar actividades que operan en zona de uso no conforme- al menos ahora el Municipio debería reclamar el porcentaje de tierras que le corresponde. El también edil socialista Roberto Meier estimó lo mismo ayer en La Cocina.
Zampini sin embargo fue categórico en su rechazo a las pretensiones de los legisladores: “Esta zona no debe ser incorporada al área urbana o suburbana (lo que automáticamente habilitaría al municipio a exigir el 15 por ciento de los lotes) porque en el Plan de Desarrollo territorial está marcada como zona rural. Cuando un inversor, en base a esas reglas de juego, compra y quieren montar un emprendimiento, no se le puede cambiar la bocha y exigirle otra cosa como si (el Municipio) fuese socio”.
De esta manera, Zampini, en representación de la intendencia, desestimó la potestad del municipio para determinar las condiciones bajo las que se regula la extensión de la ciudad. Consultado sobre el frustrado proyecto estatal original, Zampini señaló “yo no estuve en los detalles, pero participé tangencialmente. En ese momento el propietario vendía un fracción del terreno por una cuestión familiar, en el medio se hicieron trabajos de escritorio para avanzar, pero no se concretó y luego cambió la condición familiar, entonces el dueño no quería vender el terreno. También es cierto que el Estado no está habituado a algunas tareas, como armar un fideicomiso y tiene muchas de urgencias a las que ocuparse a diario, por eso el Municipio no pudo cumplir con el objetivo del Parque de Actividades de Actividades Económicas, pero aun así hay mucha gente que necesita un lugar cerrado donde montar su emprendimiento, porque quiere que tenga seguridad".
A ciencia cierta, según el mismo Plan Territorial, muchas actividades económicas que se desarrollan en área residencial se verán obligadas a trasladarse del ejido urbano hacia estas zonas especiales. La polémica está abierta, y es ahora la Legislatura municipal la que debe fiscalizar la evolución del cuestionado proyecto.