Rubén Zarich logró llegar con su silla de ruedas al Parque Municipal “General Belgrano", en donde -luego de atravesar veredas destruidas y sin rampas (solo con la ayuda de los suyos)- y un camino de tierra hacia el velódromo pudo participar de los festejos venadenses por el 9 de Julio.
En el trayecto, los inspectores municipales le informaron que tenían órdenes de escoltarlo para que haga el recorrido desde la intersección de Avenida Marconi con Italia por la calle. Rubén sin embargo les aclaró que el punto era hacer la recorrida por donde correspondía, la vereda.
Luego del llamado de atención mediático que viene haciendo, en el Parque fue saludado por el intendente José Luis Freyre (ver 3º foto deslizando), la presidenta del Concejo Municipal, Norma Orlanda, y el Director de Tránsito, Daniel Virelaude, quienes se pusieron a su disposición y prometieron considerar su situación, que sin embargo es la de muchos más.
La responsabilidad de la falta de políticas universales para esta problemática, no es una deuda exclusiva de esta gestión municipal, sino de toda una ciudad.
Si bien Rubén dispone de una excelente silla mecánica que le facilitó circular por veredas destruidas, para poder cruzar las calles que lo separaban de los festejos en el Parque General Belgrano, tuvo que recurrir a una rampa que debieron cargar dos personas. Si se cumpliera con la ley, Rubén habría podido llegar a este acto público en un lugar público por sus propios medios, como el sujeto independiente y adulto que es.
Esta semana fue presentada por la Comisión Interinstitucional de Discapacidad la ordenanza que reglamenta la Ley Nacional de Accesibilidad de 1997, a la que la ciudad adhiere desde hace 10 años, pero no implementa.
La normativa brindaría un marco universal a una cuestión que no debería demandar de una lucha individual casi heroica como la de Rubén.
La lucha de Rubén.
Rubén Zarich sufre de esclerosis múltiple. Como muchos venadenses con movilidad reducida, debe vivir en una ciudad que no los considera: edificios de acceso público sin accesos o baños preparados; veredas sin rampas y en pésimas condiciones; bares, salones y restaurant con sus baños en segundos niveles; y muchos etcétera son el marco que excluye a personas en silla de ruedas o muletas, adultos mayores, no videntes, niños pequeños, mujeres embarazadas, personas con obesidad, y otros casos.
Luego de asistir hace unas semanas al Centro Cultural Municipal, en donde pudo ver una película localizándose en el pasillo de la sala, fue recibido en la semana por el intendente José Luis Freyre, quien gobierna desde un Edificio Municipal que no tiene baños preparados ni rampas (en la semana, luego de la visita de Rubén, se comenzó a construir una rampa para acceder a su despacho).
Lejos de ser una responsabilidad de un gobernante particular, el desinterés por el otro es algo en lo que cae toda una sociedad que no se preocupa por aquél que no debería poder movilizarse por sus propios medios si, entre otras cosas, nos preocupásemos por construir veredas.