Pese a la fuerte lluvia que se desató en la madrugada del sábado, los ex soldados combatientes de Malvinas recibieron un merecido homenaje de la comunidad en el acto oficial realizado en plaza Rosario Vera Peñaloza. Este Día del Veterano de Guerra y Caídos en Malvinas fue pensado para desarrollarse en un escenario armado por la Municipalidad en el campo de fútbol del espacio público, pero la humedad del piso obligó a trasladar las actividades al monumento que recuerda a los héroes de la gesta.
Las actividades comenzaron el viernes, donde se llevó a cabo la clásica vigilia; con una serie de números artísticos se recordó esa etapa de la historia argentina, incluyendo proyección de material fílmico, palabras alusivas y el toque de silencio a medianoche, y en ese marco el padre Matías Pérez Costanzó tuvo a cargo una invocación religiosa. Posteriormente, a las 8 del sábado se descubrió una placa conmemorativa en el Palacio Municipal, organizada por la Coordinación de Juventud y Tercera Edad, que continuó con una marcha simbólica de la que participaron organizaciones de abuelos y jóvenes y agrupaciones tradicionalistas. A las 10, ya en la plaza, el acto comenzó con la entrada de los abanderados, luego fue el turno de la entonación del Himno Nacional para a su término realizar un minuto de silencio en memoria de los 649 soldados argentinos caídos. En tanto, el intendente José Luis Freyre, la presidente del Concejo Norma Orlanda y veteranos, depositaron sendas ofrendas florales.
Silencio y memoria
La oración religiosa estuvo a cargo del padre Cristian Quinteros, quien reclamó por la formación de una dirigencia fortalecida en valores morales, recordando que en esta oportunidad el reconocimiento a los soldados caídos y ex combatientes se hace en la época de cuaresma, momento de profunda reflexión para los cristianos: “Malvinas, como parte de una historia que nos duele y nos estimula, nos deja lecciones que aprender, a ser humildes y honestos y tomar su ejemplo de valentía”. A su turno, el director de la Escuela Nº 1325, Roberto Arduino, recordó la epopeya de Malvinas e hizo especial mención del primer muerto, el capitán Pedro Giachino. “Nada hemos olvidado ni olvidaremos, con la esperanza de que algún día recuperemos a las hermanitas perdidas, como las llama el poeta”, reflexionó. Promediando el acto, el veterano Miguel Ángel Vega tomó la palabra y se refirió a la realidad de sus compañeros: “Fue difícil el regreso a casa cuando el silencio sentenció cualquier palabra que tuviera relación con Malvinas. Quién sabe porqué. ¿Por vergüenza o por querer olvidar? Muchas veces fuimos cómplices de ese silencio. Párrafo aparte merecen los anteriores gobiernos de turno, que se encargaron de borrar de la memoria del pueblo lo sucedido en la guerra, y las penurias que sufrimos cuando finalizó”. Posteriormente recordó a los 600 soldados que optaron por quitarse la vida al no poder sobrellevar su realidad y a los 60 veteranos que fallecieron durante el 2010. También evocó la desaparición física en el 2009 del venadense Horacio Carlos Enrique.
Dolor por la derrota
Luego fue el turno del profesor Alejandro Videla. El docente destacó que uno de los principales puntos de trabajo de las agrupaciones de los veteranos es mejorar su calidad de vida, y volvió a hacer referencia a los suicidios. Dirigiéndose a los alumnos presentes, Videla explicó que estas decisiones se tomaron “no solo por el dolor de la derrota, sino también por el silencio instalado desde el gobierno, que no permitía que nos encontremos como lo hacemos hoy. Es impresionante la cantidad de gente que vino, y estamos pensando que la plaza nos quedó chica”.Cerca del mediodía, alumnos de sexto grado de la Escuela Nº 498 realizaron una dramatización de la canción de Ignacio Copani “Hoy no es 2 de abril”. Luego fue el turno de los chicos de la Escuela Nº 1235, quienes también dramatizaron los versos de la canción de Adrián Maggi “2 de Abril”. Y la alumna de cuarto grado de la Escuela Nº 1198, Estefanía Cavia, recitó una poesía. Sin lugar a dudas, el momento más emotivo, que arrancó lágrimasa los veteranos y presentes, fue cuando el recitador criollo Silvio Lucero tomó el micrófono. Invadido por la emoción, el artista desgranó: “Pensando en ese apodo / que a la bronca se me aferra / que no `haiga´ un padre en esta tierra / con los gestos muy prolijos / enseñemos a nuestros hijos / que no hay locos de la guerra”.Tras la entonación de la Marcha de las Malvinas y el retiro de banderas, la Marcha San Lorenzo, por la Banda Municipal, marcó el cierre.
Fuente: Prensa Municipalidad de Venado tuerto