Ayer se aprobó por unanimidad en el Parlamento local una ordenanza que fija que ninguna cadena de helados podrá tener más del 15 por ciento de los locales habilitados. Se fijará así desde el Municipio una medida que protege la producción local, aunque también avala, en forma indirecta, posibles subas de un producto ya caro para el bolsillo venadense. En la ciudad hay cerca de 20 fabricantes de helados, y el número de sucursales actualmente habilitadas le impediría a la firma Grido abrir una nueva boca de expendio.
“Yo había presentado el proyecto para poner un poco de control sobre el mercado de las heladerías, para que las firmas comerciales no lleguen a hacer una competencia desleal (…) porque al existir una cadena tan importante (en referencia a Grido) como la que está surgiendo en el mercado, los pequeños heladeros artesanales no pueden competir con los precios”, declaró la autora del proyecto, la concejal justicialista Liliana Rostom.
La cadena cordobesa Grido tiene en la ciudad 4 sucursales y precios bastante más accesibles que las marcas locales. Los comerciantes y productores locales temían que suceda en la ciudad lo que viene ocurriendo en gran parte de las localidades de Córdoba y el Norte argentino: la hegemonía casi total de la firma cordobesa. De hecho debe recordarse que el Concejo Municipal Rosarino aprobó el año pasado una ordenanza similar, a instancias del poderoso loby heladero local.
“El proyecto tiene como finalidad defender el mercado local de fabricantes de helado, que es una fuente importante de recursos en la ciudad”, consideró el edil radical Carlos Díaz Vélez, quien introdujo al proyecto una cláusula que amplía el límite al 20 por ciento del mercado para los fabricantes locales.
El edil radical informó que la aprobación de la medida no fue hecha a instancias de una firma particular. Rostom aclaró por su parte que “aquellos negocios que ya se encuentren abiertos van a poder seguir funcionando y si existen trámites en proceso se los va a respetar“, ya que la medida no es retroactiva.
Para la legisladora justicialista, no se trata de que “una empresa no pueda entrar (en la ciudad), sino de restringir el número de sucursales. Quien desee consumir ese helado (en alución a Grido), puede hacerlo en los comercios que ya existen“.