Luego del allanamiento realizado el último viernes en Pavón al 700, el senador provincial Lisandro Enrico se presentó ayer ante el Ministerio Público de Acusación para denunciar la existencia de otros dos talleres clandestinos de motos.
De este modo el legislador redobla la apuesta después de la polémica que protagonizó con funcionarios municipales a propósito de su denuncia pública (aunque en ese momento sin dar detalles de los lugares) de la proliferación de este tipo de talleres ilegales en nuestra ciudad.
Lo cierto es que Enrico relató en nota realizada en FM Dale! “me llegaron algunos datos de personas que no quieren dar sus nombres pero que citan datos precisos, por eso ingresó el martes al mediodía en la fiscalía de turno la denuncia por dos talleres clandestinos de motos más en la zona este de la ciudad”. Al respecto, agregó que presentó “direcciones y nombres para que se investigue, se allanen y se comprueben”. Y abundó: “según los vecinos adentro hay motopartes que evidentemente pueden coincidir con las motos que se roban y que se desarman en la ciudad”.
Por otra parte, destacó que por el sistema Condor que posee la policía se puede detectar los números de chasis y patentes de los vehículos denunciados por robos y en todo caso los que no aparecen en dicho sistema, quedan a disposición del juez y es él el que evalúa cuándo se entregan.
Así indicó: “en mi opinión personal, si pasado un tiempo nadie las reclama directamente hay que hacerlas chatarras para que no vuelvan a circular. Tenemos que sacar de la calle motos que andan con caño de escape reformado, sin papeles. De hecho el delito que se está cometiendo en la ciudad es básicamente con este tipo de móviles y además hay 4 o 5 robos de motos por día, entonces hay que atacar directamente la economía del delito de la moto robada”.
Finalmente explicando la presentación realizada ante el fiscal de turno, Leandro Martín, sostuvo: “lo que presento es una denuncia concreta de dos lugares donde los vecinos, sin dar nombres por temor a represalias, informan la existencia de talleres clandestinos. Pero como la denuncia anónima no la toma ni la justicia ni la policía, yo como senador pongo mi firma, mi nombre y apellido y para que se investiguen y se hagan los allanamientos”.