Desde fines del 2017 y principios del 2018, en Venado se pueden adquirir bienes o servicios sin billetera o tarjeta, en un total de 45 negocios. Y es que un grupo de jóvenes creo una moneda virtual, que permite realizar transacciones directamente desde el celular, con un “monedero” digital.
Se trata de “Apperto”, una criptomoneda para comunidades. Venado fue la primer comunidad porque hay varios del equipo que son de la ciudad, pero la idea es que sea usada por muchas más. Por ejemplo ya se usa en San Nicolás, provincia de Buenos Aires.
Apperto es el nombre de la aplicación. Una billetera digital de una criptomoneda de consumo (ApperCoin). ApperCoin es el nombre de la cripto y “appers” es como si fuese el “apodo” o diminutivo del nombre de la cripto.
Detrás están cuatro socios, de los cuales dos vienen trabajando juntos hace poco más de tres años y medio: Angelo Antonelli y Martín Huergo. Ambos, crearon la primera compañía local de tecnología y tienen dos oficinas, una en Venado y otra en Buenos Aires. En total, hay ocho personas involucradas. Además cuentan con un asesor en Estados Unidos.
Primero desarrollaron sitios y aplicaciones a medida para terceros. Eso les dio conocimiento y profesionalización además de capital para el nuevo proyecto. Desde que tienen un equipo capaz de hacerlo y ante el crecimiento de la cantidad de monedas nuevas que fueron surgiendo, trataron de que “Apperto” sea una moneda de consumo. Y que la gente la use cotidianamente.
Lo primero que pensaron fue en el precio. El bitcoin tiene un valor fluctuante. Entonces decidieron “atar” su moneda a un precio: cada apper vale $1. De esa manera la gente ya sabe cuánto está pagando y está usando una criptomoneda.
Empezaron con un modelo en el que para adquirir la moneda tenían que recomendarla a un amigo. Mientras se recomendaba a más gente, más monedas se ganaban. Pero para terminar el concepto de criptomoneda de consumo tenían que dar la posibilidad de que se gaste en algún lado y terminar de cerrar el círculo.
Ahí recurrieron a comercios a comentarles la idea. Lograron un apoyo importante y están agradecidos. De esa manera, la gente empezaba a “minar” la moneda, conseguía “dinero virtual” e iba a comprar bienes de uso o consumo. Desde ahí en adelante, fue todo crecimiento. Cada vez más descargas, usuarios y comercios se sumaban a la movida.
Desde adentro
Antonelli, aseguró que desde un primer momento que fundaron la empresa de tecnología allá por el 2014, sabían que querían incursionar en el rubro de los negocios “2.0” y encontrar nuevas oportunidades. Pero para lograrlo, tenían que crecer mucho a nivel técnico y armar un equipo sólido. Por eso cada pieza fue “seleccionada”. Hoy siente que tiene un “dream team”, donde a cada uno le fue asignado un rol especifico en lo que hace.
Cuenta que están enfocados en la etapa donde se puede comprar la moneda en distintos puntos de venta, con tarjeta de crédito, débito, en Rapipago y Pago Fácil. “Se acredita al instante y posterior a eso pueden aprovechar todos los beneficios que hoy tiene la aplicación y la tienda en cada comercio”, dice.
También aclaró que en el circuito de la criptomoneda local, hay dos lugares. El primero es el consumo neto que se hace en un negocio, donde se eligen los productos que uno quiere o servicios. Se selecciona y cuando se paga, es con appercoins.
Algunos comercios están ofreciendo descuentos sobre el total de la compra, que pueden llegar hasta el 50%, como está pasando con la pelota del mundial, por ejemplo.
Por otro lado, hay una sección de promociones que son productos a grandes precios y descuentos que se pueden comprar desde la misma aplicación. “La gente tiene la experiencia del e commerce, compra el producto y después pasa a retirarlo”, asegura.
“Esperamos que a largo plazo sea una gran herramienta para conectarse con los comercios. Que tenga muchas funcionalidades más para usar la moneda digital”, resume Antonelli.
La cultura de los “appertos”
Se puede decir que para los empresarios venadenses detrás de la novedosa app, los usuarios son una pieza fundamental. Desde el minuto cero trataron de escucharlos. Por eso la propuesta fue mutando gracias a ellos. Hasta hicieron eventos en la oficina con los mejores usuarios, que en su mayoría son chicos jóvenes. Sacaron mucha información. Y hoy siguen acompañándolos.
Martín Huergo, comentó que “Apperto” se puede descargar tanto en teléfonos con Android como con iOS. “Uno puede enviar y recibir dinero”, remarca entusiasmado.
En detalle, comenta que la sección tienda es la más importante. Es donde los usuarios tienen los mayores beneficios. Tienen cupones y promociones de los negocios, gastronomía, indumentaria, lavaderos, entre otros.
Una vez seleccionado y comprado, con la contraseña accede al producto o servicio si es que el saldo se lo permite. Se comunica con el comercio o viceversa. “Lo otro es ir directamente al local y pagar en el momento, siempre que acepten la moneda virtual. No hay que manejar billetes ni tarjetas. Los precios son redondos”.
Asimismo, amplia: “Al negocio le brindamos una solución. Ellos pueden ver en una pc o celular como ingresan los pagos. Es simple para ellos y están avalados para entregar los productos”.
Y agrega: “Beneficios tiene muchos. Particularmente es que no manejas dinero en efectivo y al negocio no se complica con el cambio. Y si perdés el celular, otro no puede realizar el pago salvo que tenga la contraseña”.
Vale señalar que en materia de seguridad, la app tiene mucho. Está basado sobre una tecnología que está pensada para eso y brinda confianza a los usuarios sin intermediarios.
El fenómeno de la plata digital
El “bitcoin” es la criptomoneda más conocida. Supuestamente fue inventada por Satoshi Nakamoto en el 2009, aunque hay dudas sobre su existencia real. Como tal es un medio de pago de alcance global que no se encuentra respaldado por ningún Estado o asociación regional como sería el caso del Euro de la Unión Europea.
Las transacciones se llevan a cabo persona a persona sin intermediarios y en forma virtual. Son monitoreadas por una red de nodos denominados ‘blockchain’. Existen tres formas básicas de obtenerlos: convertirse en “minero” (aportar poder de cómputo a la red para obtener una ganancia), comprarle bitcoins a otras personas u ofrecerle al mundo productos para que alguien pague por ellos en moneda digital.
Pese a su existencia virtual, puede ser canjeada, tanto por bienes y servicios como por otras monedas. Se aprecia que, actualmente, hay una cantidad de unos 5 millones de usuarios de bitcoin.
Al comienzo, en 2009, era relativamente sencillo “minar” bitcoins. Cualquier persona podía utilizar su computadora personal para hacerlo. Hoy es una actividad más costosa. Se necesitan equipos dedicados que llegan a costar algunos miles de dólares (1700 los más accesibles, por ejemplo). A eso hay que sumarle que la dificultad para descifrar un bloque cada día se hace más difícil mientras que la recompensa es cada vez más pequeña.
Si se compara con el oro y el dólar, el bitcoin tiene algunas ventajas básicas sobre ambos: se trata de un bien escaso, debido a que habrá un máximo de 21 millones de bitcoins disponibles; no se degrada con el tiempo ni ocupa espacio físico para ser almacenado o transportado; es divisible y uniforme, ya que puede ser dividido hasta en 8 decimales y 1 siempre será 1 dividido 21 millones; y tiene la mejor tecnología disponible para evitar la falsificación.
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Nota y fotos: Transmedia Venado Tuerto