SocialesA propósito del 8 M: putas, tortas y trans hubo siempre

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En las escuelas aun se iza la bandera separando a los nenes de las nenas. Si está vestido de celeste, le gusta el fútbol y los soldaditos, es chico. Si le copa el rosa, peinar muñecas y usar vestido, es chica. Todavía nos seguimos asombrando si dos pibes se chapan en una plaza o si dos minas entran de la mano al supermercado. Los expulsamos como sociedad porque están fuera de los “parámetros” culturales o morales. Así funciona la mentalidad de la sociedad en el 2018, a la vuelta de muchas esquinas.

“No te están discriminando. Sos un hombre. Si no fuera por el DNI por naturaleza es así. Y si querés parecer mujer no juegues al fútbol. Tal vez se te respete más. Hace cosas femeninas” (Silvia Sonia Farias Dana, Venado Tuerto, Santa Fe); “No sos una mujer. El creador no te mandó al mundo como mujer. Armate un equipo trans y jugá porque ante la sociedad no sos femenina. ¿Y vas por todo? Vos querés plata payaso” (Vivi Lucero, Viamonte, Córdoba); “Creo Eva que tenés que ubicarte en lo físico. Te pareces a mi, pero no lo sos” (Liliana Graciela Morales).

“¿En serio este periodista perdiendo el tiempo ahí mostrando como chupa la bombilla el chabón? Nació hombre y así morirá, aunque se la corte Dios lo hizo así, y fue él el que se transfiguró, pongan algo más interesante, no boludeces” (Eduardo Toti, Rosario); “Así está el mundo. Todos patas para arriba hasta documento de mujer tiene y de paso dice que estamos en 2018. Déjate de joder vos y la ley ya demasiado que los tenemos que ver por las calles, no puedo entender lo que dice” (Alberto Andrea Ledesma, Venado Tuerto).

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Los comentarios aun se pueden leer en Facebook. Están debajo del reportaje a la trans de Maggiolo, Evangelina León, que realizó una reconocida FM de Venado. Hace unos días, Eva fue con su equipo de fútbol femenino a participar de un torneo y no la dejaron jugar. Dicen que si lo permitían, iba a tener ventaja. La nota duró 7 minutos y 53 segundos.

Eva tiene 42 años y desde los 13 asumió que quería ser mujer. Hace entonces 29 años, 525600 minutos y 914 millones de segundos que soporta que la gente opine sobre su vida y le digan si es o no “Eva”.

Tiene DNI de chica desde hace tres años. La ley le reconoció sus derechos. Es “ella” y no “él”. Es Evangelina y es la segunda vez que sufre un incidente de este tipo. Que esto le pase, interpreta que es una discriminación encubierta. Y una pavada que haya gente que piense que por estar ella en un partido de fútbol femenino, su equipo va con ventaja.

Corresponde que sea reconocida como mujer. Y no es un capricho. Lo dice la ley. Pero las conquistas alcanzadas, a veces no son suficientes No se respetan y por eso Evangelina quiere marcar un antecedente con lo que le pasó. No solo por el fútbol, sino que sea para todos los ámbitos por igual. Ella ama correr en la cancha. Usar botines y pegarle a la pelota. Y que se lo prohíban, no lo entiende. Le duele.

“Es lamentable leer esas cosas, desde la ignorancia. No les importa nada. Todos somos seres humanos, debemos respetar y ser respetados. Leo cada comentario que los tomo con humor. Son vergonzosos y una pena que la gente sea tan limitada de cerebro”.

No es solo su caso. Hay miles que no son visibles. Eva dice convencida que pasan situaciones así por las creencias y crianzas de las personas. “Estamos en el 2018 y esto no tendría que ser, con tanto odio. Hay que cambiarlo porque se vienen tiempos modernos”, cuenta.

El INADI, el máximo organismo nacional ante estos casos de discriminación, tomó intervención al igual que la provincia de Santa Fe, a través de la Subsecretaria de Políticas de Diversidad Sexual. Eva va por todo, hasta las últimas consecuencias le guste a quien le guste. Se siente no solo discriminada, sino además boludeada.

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La subsecretaría de Políticas de Diversidad Sexual es el área del Gobierno de Santa Fe que trabaja por la igualdad y no discriminación hacia lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex (LGBTI), en todo el territorio provincial. Fue creada en diciembre de 2015 y articula acciones con el Ministerio de Salud y Medio Ambiente en materia de Salud Sexual y Reproductiva conforme a lo previsto en la Ley Nº 11.888 y su reglamentación.

Organiza su trabajo de manera transversal con todos los Ministerios del Gobierno y junto a Municipios y Comunas, y Organizaciones Sociales. Las intervenciones se articulan en torno a cuatro programas: Programa de Asistencia y protección integral de derechos para personas LGBTI; Programa de Promoción de Derechos LGTBI; Programa de fortalecimiento de las organizaciones de la Sociedad Civil; y el Programa Integral de inclusión para la población trans.

Se propone abordar integralmente una de las realidades más complejas, y sin dudas el mayor desafío en las políticas públicas para la Diversidad Sexual. Sabido es que dentro del colectivo de lesbianas, gays, bisexuales y trans sin lugar a dudas el de mujeres y hombres trans es el que mayor vulneración de derechos padece.

La negación del derecho a la propia identidad – reconocido por ley recién en el 2012 – llevó a una situación estructural de vulneración y discriminación que en la mayor parte de los casos comienza a edad muy temprana en el propio seno de la familia. Esa primer exclusión encadena una serie de exclusiones de los sistemas educativos, sanitarios, de capacitación, laborales y familiares que llevó a que este colectivo tenga una expectativa de vida de tan sólo 42 años, de acuerdo a datos oficiales del Ministerio de Salud de la Nación y relevamiento de las organizaciones trans.

Nota: Pablo Rodríguez/ Transmedia VT

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