El gobernador de la provincia, Miguel Lifschitz, le bajó el tono a las declaraciones del titular de la Cámara de Diputados de la provincia, Antonio Bonfatti -quien había pedido la renuncia de los ministros radicales del gabinete Julio Schneider y Eduardo Matozo- , al señalar hoy que “no hay que echar a nadie, la prioridad es reforzar el trabajo”.
En declaraciones radiales, el gobernador recordó que tras la reunión de gabinete del pasado lunes quedaron ratificados todos los miembros de su gabinete y allí aprovechó para ponerles paños fríos a las declaraciones de Bonfatti señalando que no era partidario de “tomar represalias por tener distintas miradas políticas”.
“No veo motivos para que renuncien. No hay que echar a nadie, la prioridad es reforzar el trabajo”, dijo a continuación el gobernador, contrastando con las declaraciones de Bonfatti, quien en la tarde de ayer había dicho sobre los ministros de Obras Públicas, Julio Schneider, y de Ciencia y Tecnología, Eduardo Matozo -ambos enrolados en el sector del radicalismo que lidera el intendente capitalino José Corral- que “cuando uno pertenece a un espacio y no a otro debe tener ética y dignidad. Si yo estuviese en su lugar, hubiera renunciado”.
Por otra parte, Lifschitz comentó que en la reunión ratificó “que los principios del gobierno provincial y las prioridades tienen que ver claramente con los valores y postulados del Frente Progresista. En eso no hay dudas. No es un obstáculo que haya funcionarios de distintos sectores. Tenemos un equipo bien plural”.
También el titular de la Casa Gris se refirió a la candidatura del ministro de la Producción, Luis Contigiani, a diputado nacional y señaló que “sintetiza la mirada de distintos partidos. Es comprometido con la defensa de Santa Fe, del trabajo y la producción. Será un gran representante de la provincia”.
La Capital