El periodista y precandidato a diputado provincial por el Frente Social y Popular, Carlos del Frade, realizó hoy declaraciones sobre la actualidad santafesina. En primer lugar, se refirió “al cobarde asesinato en forma de linchamiento contra David Moreira”, ocurrido el 22 de marzo de 2014 en Barrio Azcuénaga, y al reciente “intento de linchamiento en Ceres”, departamento San Cristóbal: “Se les enseñó a las víctimas a ver que el problema eran las otras víctimas, no los victimarios, los delincuentes de guante blanco”. También habló de la situación de la localidad de Villa Guillermina, que formó parte de La Forestal, que fue noticia por estos días debido a un proyecto privado que prevé construir una central generadora de energía: “Ahora les prometen que llegará una empresa china a producir energía desde los residuos forestales. Ojalá que los chinos no reproduzcan aquello que hicieron los ingleses y que ese negocio produzca trabajo y alegría”.
Por último, hizo referencia a las declaraciones de la diputada nacional Alicia Ciciliani quien pidió explicaciones y un “castigo ejemplar” a los responsables de la faltante de 26 mil balas de calibre 9 milímetros en el Batallón de Arsenales 603 “San Lorenzo”, ya que “se sospecha que esas municiones podrían a ir a bandas narcocriminales”. Frente a esto, Del Frade afirmó: “También sería necesario exigir respuestas por qué durante el mayor desarrollo del boom inmobiliario en Rosario, entre los años 2006 y 2008, cuando se instaló el City Center de Cristóbal López, el gobierno municipal de entonces, a cargo del ingeniero Miguel Lifchitz, miró para otro lado cuando la banda de Los Monos se hizo cargo de los barrios del sur, constituyendo, según la resolución del juez Juan Carlos Vienna, del 19 de febrero de 2014, un gobierno de facto en esa zona, paso fundamental para luego constituirse en el principal grupo mayorista dedicado al ‘negocio de la violencia’ y venta de cocaína en el sur provincial. Sobre eso también hay que brindar explicaciones”.
Además, expresó que “la mayor complicidad de los grandes partidos políticos fue mirar para otro lado mientras se construía el agujero negro en las ciudades donde antes había empleo obrero, ferroviario, industrial, comercial y portuario. Fue allí que aparecieron dos de los grandes negocios del capitalismo: las armas y el narcotráfico”.
“Y ante la ausencia de palabras para explicar el dolor, el sistema inoculó la idea que una muerte debía ser respondida con otra muerte. Se les enseñó a las víctimas a ver que el problema eran las otras víctimas, no los victimarios, los delincuentes de guante blanco que compartieron el saqueo con gobernantes y funcionarios que nunca dijeron que no. La desinformación oculta a los de arriba y, entonces, produce la búsqueda de responsables entre los de abajo. Pedagogía de la cobardía. Algo de esto se hizo fatalmente presente en el caso de David Moreira y también en el reciente hecho de intento de linchamiento en Ceres”, agregó.
Con respecto a este último hecho manifestó: “Postal de la ferocidad del sistema y, al mismo tiempo, del regreso del linchamiento que configura un retroceso social, cultural y político muy grande. Es necesario remar contra la corriente. Lo humano tiene que ver con la justicia, no con la venganza. Hay que pelear para construir un mejor servicio público de justicia, en la provincia y el país, pero es fundamental sostener los valores sociales por encima de las cobardías individuales”.