La derrocada presidenta afirmó que el encarcelamiento de Luiz Inácio Lula da Silva a 12 años por corrupción es “la tercera fase del golpe parlamentario y mediático” que, según Rousseff, tuvo su “acto inaugural” con su destitución, continuó con la implantación de un Gobierno “que no tenía respaldo en las urnas” (por el de su vicepresidente Michel Temer) y hoy “corroe la democracia” brasileña.
Para la mandataria además, a Lula todavía le rige legalmente la “presunción de inocencia”.
Durante una entrevista concedida a El País de España, la destituida presidenta afirmó “para nosotros (en referencia al PT) Lula sigue siendo el candidato. Creemos que tenemos razón y en el Supremo Tribunal Federal -donde se votó si el líder debía ingresar en prisión tras haber sido condenado en segunda instancia- hubo un empate, cinco a cinco, se explayó Rousseff, agregando: “la Constitución de Brasil dice lo siguiente: “Todos son iguales ante la ley”, en su artículo quinto. En ese artículo hay un inciso, el 57, que dice: ‘Nadie puede ser considerado culpable si su sentencia no transitó en el juzgado’”. “Es decir”, explicó Rousseff, “sin haber agotado todos los instrumentos para defenderse. Este ítem es la presunción de inocencia”.
La ex mandataria también afirmó que su país está siendo presidido por un presidente (Michel Temer) que “dirige una cuadrilla de criminales”, agregando que es injusto que tanto Temer como el socialdemócrata Aécio Neves puedan presentarse y el jefe del PT no, ya que contra ambos hay “grabaciones y pruebas materiales” que los involucran en diferentes delitos.