Medio Oriente/Asia y ÁfricaLa sospechosa “sepultura” de Bin Laden

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Fuentes: AFP, CNN, The Guardian, El País, New York Times. Producción: Venado24

Hasta lo que sucedió ayer, la Casa Blanca no había tenido pruritos en exhibir pruebas de capturas y ejecuciones de sus enemigos más buscados. Cuando fue capturado Saddam Hussein se exhibieron sin ningún recato muestras de los exámenes médicos a los que era sometido el luego ejecutado dictador iraquí. Cuando dos de sus hijos fueron asesinados en un bombardeo selectivo, sus cadáveres también se exhibieron “reconstruidos”, lo que generó una oleada de críticas en el mundo musulmán, ya que el profeta Mahoma dice "honrar al difunto es acelerar su entierro". Los musulmanes prohíben en consecuencia cualquier retoque de los cadáveres con el fin de demorar su sepultura, que además sigue ritos muy específicos.

No obstante esto, la caza del malechor  prosiguió. No importaba, por ejemplo, que en el interín no se detectara prueba alguna de aquello que se utilizó para justificar la invasión: las famosas armas de destrucción masiva. Lo que se vendía a la opinión pública estadounidense no tenía que ver con la menudencia de los hechos, sino con la reparación del orgullo dañado el 11 de septiembre de 2001. Se les dijo a las masas que había un villano, y que se capturaría a ese villlano. En el guión entonces se reemplazó a Osama por Saddam.

El posterior ahorcamiento estilo far west del dictador iraquí es una imagen dificil de digerir en el marco de una sociedad global supuestamente civilizada. Igualmente, el fantasma televisivo de Osama se resistió a partir.

Una captura simbólica

Al Qaeda, si dice hasta el cansancio, es una red. Sus cabezas tienen sin duda un fuerte peso simbólico. Pero funcionamiento descentralizado de esta organización no depende de las estrategias que pudiera trazar una sola cabeza. En consecuencia, el peso de los mártires, como también lo sabemos en este país, tiene tanto poder para un movimiento como su propia existencia en vida.

Los voceros oficiales de EE.UU se tomaron del precepto del Corán para justificar la rápida sepultura de Bin Laden. Sin embargo, de acuerdo a autoridades intelectuales y religiosas musulmanas, este tipo de exhumación es contrario a los mandatos del Corán. 

La universidad egipcia de Al Azhar, una de las instituciones más reputadas dentro del islam suní, rama a la que pertenecía Bin Laden, se ha mostrado contraria al modo de proceder de EE UU. "Si es verdad que han tirado el cuerpo al mar, el islam es del todo contrario", declaró a la agencia AFP Mahmoud Azab, consejero del gran imam de la institución, Ahmad al Tayeb. "El cuerpo tiene una cierta dignidad, ya sea el de una persona asesinada o muerta de manera natural. Hay que respetar el cuerpo de un ser humano, creyente o no, musulmán o no", insistió.

No obstante esto, los EE UU se han agarrado de este precepto para desembarazarse del cuerpo de Bin Laden con toda celeridad, pero sin darle la sepultura que marcan los ritos islámicos.

De acuerdo al Corán, el cadáver de un musulmán ha de ser purificado por un hombre mayor de edad y en pleno uso de sus facultades mentales. Una oración marca el inicio del rito de la ablución. Cada una de ramas y tradiciones del islam realizan este paso con distintas variantes. Una vez lavado el cuerpo, se envuelve en una tela a modo de sudario, y se celebra la llamada oración del difunto. No hay distinción ni honores, y el rito es siempre igual para todos los difuntos sin excepción, por muy héroe o villano que fuera. Si el cadáver no ha sido localizado o no hay restos, pero hay constancia de la muerte, se celebra la llamada oración del ausente. El entierro se realiza sin ataúd, en contacto directo con la tierra y con la cabeza orientada hacia la Meca. El islam sólo permite arrojar un cadáver al mar si la muerte se produce en alta mar y lejos de puerto.

"Encontrar a un país que quisiera aceptar los restos del terrorista más buscado hubiese sido muy dificultoso y por eso se ha decidido lanzar al mar", reconocen fuentes de la administración Obama citadas por la agencia AP. EE UU ofreció a Arabia Saudi el cadáver del líder de Al Qaeda, pero las autoridades de Riad (que le habían retirado la ciudadanía años atrás) se negaron a darle sepultura en su territorio.

"La manera por la que se han deshecho del cuerpo de Bin Laden va a generar problemas, por las formas, sobre todo porque va a dar pábulo a los grupos más radicales para dudar de la operación", asegura Javier Martín , corresponsal en Teherán de la agencia EFE y experto en el mundo islámico. "Si no muestran al menos las imágenes del cadáver, estos grupos van a explotar esas dudas", dijo Martín a El País de España.

"El modo con que ha actuado EE UU tiene su lógica, porque se ha perseguido no tener un lugar para el peregrinaje de todos esos grupos radicales, que consideran a Bin Laden un cheik (autoridad)", prosigue Javier Martín. "Podían haber optado por enterrarle en un lugar secreto, pero siempre habría un lugar de referencia", concluyó.

De cualquier manera una cuestión es qué hacer con el cuerpo y otra diferente es ofrecer pruebas de su muerte antes de deshacerse de él. Hasta ahora, la exhibición de cadáveres no había sido prurito para la Casa Blanca, al menos no durante la administración Bush. ¿Estaremos frente un gobierno más respetuoso de las diferencias culturales?

Es esperable que la Casa Blanca ofrezca algún tipo de pruebas. Pero en el marco de nuestra sociedad, en la que difícilmente se le crea a alguien por lo que dice, el mostrar pruebas que sean indubitables es fundamental.

Frente a la necesidad, y falta de recato que han tenido hasta ahora las autoridades norteamericanas para exhibir sus capturas, a menos que el más moderado y pluralista Obama esté tratando de hacer mejor los deberes con el mundo musulmán, resultará difícil de justificar la forma en que se desprendieron del cuerpo. 

La ejecución en un supuesto tiroteo también está levantado sospechas. Según varias fuentes citadas por las agencias de noticias internacionales y la CNN, la operación tenía como objetivo LINK "matar a Bin Laden" y no capturarlo.

Según las Agencias Internacionales de noticas, Obama conoció de primera mano la situación de la investigación en marzo, después de varios meses de vigilancia a la mansión-fortaleza de Islamabad. Ese mes, tuvo su primera reunión de las cinco que mantuvo en seis semanas en la Casa Blanca para conocer todos los detalles de la operación contra Osama Bin Laden. El Ejército de Estados Unidos preparaba el asalto a la mansión búnker de su enemigo número uno. Finalmente, Obama dio la orden de atacar el pasado viernes, 29 de abril. Washington no compartió los datos de inteligencia sobre el paradero de Bin Laden con ningún otro país, ni siquiera con Pakistán, que supo de la operación una vez que esta ya había terminado. El tiempo que tuvieron para preparar el ataque y la calificación de los comandos SEALS de la marina que lo efectuaron podría haber redundado tranquilamente en una captura y no una ejecución “durante un tiroteo”, como informaron en un primer momento las fuentes oficiales.

Como ha señalado Berna González Harbour, subdirectora de El País de España, lo cierto es que la muerte de Osama Bin Laden se produce en un momento de creciente cuestionamiento del presidente Obama por su falso nacimiento fuera de Estados Unidos, un tema que ha aviva el fuego del nacionalismo puritano que tanto peso tiene en ese país, que habla de un supuesto islamismo del presidente del “nombre extraño” y que se siente incómodo con su origen y su color. Figuras como el payasesco, pero popular, Donald Trump o medios de la propaganda republicana como la cadena de Noticias Fox agitan permanentemente estos fantasmas.

El hecho de que este presidente, el presidente cuya campaña electoral contraria a las guerras preventivas de su predecesor fue leída como una prueba de debilidad por gran parte del público norteamericano, el presidente cuya cuasi-homofonía con el nombre del supuestamente extinto terrorista es un hecho que no se pasa por alto en ninguna campaña en su contra, es sin duda un golpe de efecto importante para ahuyentar para siempre las absurdas teorías que sitúan a Obama en el territorio enemigo.

Por: TL

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