Acompañado por su familia, el Presidente se reunió este sábado con el pontífice máximo de la Iglesia Católica, en el marco de la santificación del Cura Brochero.
Es el segundo encuentro entre ambos jefes de Estado en el 2016, luego de la fría primera reunión de 27 minutos que mantuvieron al inicio de la gestión presidencial del ex alcalde porteño. Sobre este encuentro las consideraciones presidenciales volvieron también a ser relativamente “indeterminadas” (no habría habido demasiado para celebrar en términos concretos), aunque el gobierno logró que Bergoglio esbozara un rictus menos severo que el que esbozó durante la anterior foto conjunta. Esta vez Macri sumó otra de sus hijas, al igual que Awada, ambas fruto de respectivos matrimonios anteriores. Macri afirmó que la reunión de hoy fue “buena“.
El presidente argentino también calificó como “un líder moral” y con quien tuvo “una charla larga sobre lo que pasa en la Argentina y el mundo”, incluida la “preocupación compartida por la pobreza”.
“Fue una buena reunión, como estimo que siempre hemos tenido dos personas que nos conocemos hace mucho tiempo”, analizó Macri tras visitar durante casi una hora al Papa en el estudio del Aula Paulo VI del Vaticano acompañado por su familia.
“Francisco siempre ha sido un líder moral para mí”, describió el Presidente durante una rueda de prensa posterior en la embajada argentina ante la Santa Sede en la que detalló que tuvo con el sucesor de Pedro “una larga charla sobre lo que pasa en la Argentina y en el mundo”.
Pobreza y visita
Aunque el jefe de Estado local no dio demasiadas precisiones, Macri hizo referencia a dos temas que vienen generando polémica: la no visita de Bergoglio al país, y los indicadores de pobreza.
“Hablamos de los indicadores de pobreza” en la Argentina, “una verdad compartida, aceptada ahora con los números del Indec”, y que “nos convoca a una tarea enorme en la que no tenemos que perder un segundo”, reveló Macri.
En la reunión no habrían hablado de la posibilidad de que el Papa visite al país en el futuro próximo, según la versión que el presidente dio durante la conferencia de prensa posterior al encuentro -debe recordarse que el jefe de la Iglesia católica había confirmado a través de un video que no vendrá a la Argentina en 2017-.
“Él sabe que todos lo esperamos. Estoy seguro que cuando él venga [a la Argentina] será muy importante. Él es una persona sabia y sabrá cuándo es el momento indicado”, apuntó el Presidente tras ser consultado por el periodismo.
En familia
El Presidente fue acompañado de su esposa, Juliana Awada ; la hija de ambos, Antonia; Agustina, la hija de 33 años del mandatario, y Valentina, la hija de 13 años de la primera dama. Macri estuvo a solas con el Pontífice en el estudio anexo del Aula Paulo VI, denominado Il Fungo (hongo en italiano), por la forma que tiene su entrada.