Más allá de que el año pasado el jugador depositó los más 4 millones de euros que adeudaba al fisco español (más los intereses), el juez de la causa mantiene la imputación intentando dilucidar si Lionel Messi “era consciente y responsable de la estructura societaria que su padre había creado para que la gestión de sus derechos de imágenes lograra evitar al fisco. Es decir que finalmente habrá un juicio que puede tener al diez de la selección argentina en el banquillo de los acusados.
En el auto de la jueza, sostiene que de las diligencias practicadas hasta ahora “Lionel Andrés Messi Cuccitini podría haber conocido y consentido la creación y mantenimiento de una estructura societaria ficticia, que tenía como única finalidad eludir el cumplimiento de las obligaciones tributarias”. Messi y su padre, Jorge Horacio, están acusados de tres delitos fiscales, por los que habrían evadido 4,1 millones en tres años (2007,2008, 2009).
La familia depositó en agosto esa cantidad, más los intereses, en el juzgado, y se pusieron al día con el fisco. En total, unos cinco millones. Algo que el juzgado considera “irrelevante” para decidir si mantiene o no la imputación a Messi. La fiscalía solicitó que se archivase la causa contra Messi, al considerar que desconocía la gestión de sus bienes que hacía su padre. Una opinión que no compartió la abogacía del Estado.
La juez sostiene que la instrucción se mueve en “el ámbito de lo indiciario, no de la prueba acabada”, por lo que “con que exista un fundamento razonable para sostener una acusación” es suficiente. En todo caso, razona, deberá ser en un juicio cuando se decida la responsabilidad penal del futbolista. Y señala que hasta el momento, con todas las pruebas aportadas el jugador podría haber sabido de la existencia de una “estructura societaria ficticia” para defraudar, a través de sociedades interpuestas, con sede social en Uruguay o Belice.
En concreto, la juez señala, entre otras evidencias, que los contratos “vienen suscritos personalmente” por Messi y un representante de la sociedad ficticia, “con la particularidad de que era siempre los mismos”. El jugador “podría haber advertido” la intervención de esas mismas personas o “podría haber leído” alguno de esos contratos, sostiene el auto. Asimismo, destaca que Messi es el socio “aparentemente único” de una de las sociedades del entramado, Jenbril, S.A.
“Todos estos indicios existían ya en el momento en que se admitió a trámite la querella” del ministerio fiscal, añade la juez, “sin que las diligencias de investigación practicadas los hayan desvirtuado o contradicho”. Por todo ello desestima la petición del ministerio fiscal, y deja a Messi y a su padre a las puertas de un juicio.