Francisco llamó a los venezolanos a tener un diálogo fructífero y constructivo. Se viene barajando la idea de una eventual mediación del Pontífice en la crisis social y política del país caribeño.
Al mismo tiempo, Macri denunció junto a su par uruguayo, Tabaré Vázquez, la “violación de los derechos humanos en Venezuela” (ver nota).
En medio de una latente guerra civil en Venezuela, sorpresivamente el papa Francisco recibió esta tarde en forma privada al presidente de ese país, Nicolás Maduro, a quien llamó a “emprender con coraje la vía del diálogo sincero y constructivo”.
Según un comunicado de la Oficina de Prensa del Vaticano divulgado pasadas las 19 locales (las 14 en la Argentina) -algo bastante inusual-, el encuentro entre Francisco y Maduro tuvo lugar “en el marco de la preocupante situación de crisis política, social y económica” que Venezuela está atravesando, “que repercute pesadamente en la vida cotidiana de la población entera”.
“De este modo, el Papa, que quiere el bien de todos los venezolanos, ha deseado continuar a ofrecer su contribución en favor de la institucionalidad del país y de cada paso que contribuya a resolver las cuestiones abiertas y crear mayor confianza entre las partes”, indicó el Vaticano. “El Papa ha invitado después a emprender con coraje la vía del diálogo sincero y constructivo, para aliviar el sufrimientos de la gente, de los pobres en primer lugar, y promover un clima de renovada cohesión social, que permita mirar con esperanza el futuro de la nación”, concluyó.
Francisco ya había recibido a Maduro en el Vaticano en junio de 2013. Pese a que en junio del año pasado tenía agendada una segunda audiencia con él, a último minuto el presidente venezolano pegó un faltazo, aduciendo problemas de salud.
Durante los últimos meses se venía barajando la idea de una eventual mediación del Pontífice en la crisis política que enfrenta al gobierno de Maduro con la oposición. Pero hasta ahora no se dieron las condiciones para semejante intervención, ya que es necesario que las dos partes estén de acuerdo en una mediación del Vaticano. El número dos del papa Francisco, el cardenal Pietro Parolin, conoce bien la situación de Venezuela ya que, antes de ser designado secretario de Estado del Vaticano.