OpiniónSociedad y PolíticaTomás LüdersAnálisis: Nuevos mega-proyectos para un país en crisis

Tomás Lüders10/09/2014
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De la Redacción de Venado 24

Con una economía cada vez más escasa de dólares –en un contexto internacional en el que abundan–,  Cristina Fernández de Kirchner parece no poder resistirse a improvisar nuevos proyectos que parecen sacados del maletín de un “arquitecto egipcio”.

Ayer se anunció que en adyacencias del Puerto Madero creado por Carlos Menem, se construiría un rascacielos y un nuevo estadio para una Capital Federal en la que ambas cosas abundan. Se desconoce quién financiará una obra que demandará al menos 250 millones de dólares.

Pero la pasión de la jefa de Estado por lo monumental (y de cuestionable prioridad social) no es nueva.

A menos de tres años de asumida su primera presidencia, los Kirchner ya habían improvisado la construcción de un tren de alta velocidad entre Buenos Aires y Rosario, el Tave. Era abril de 2006, y  las cuentas públicas estaban holgadas, pero el sistema ferroviario argentino permanecía en crisis terminal. Así todo, el estado de los trenes concesionados no era todavía un problema político para el gobierno, y con la firma de Néstor Kirchner la Argentina firmó el contrato con la francesa Alstom para constuir proyecto del tren de alta velocidad “nacional”, que sin embargo emplearía tecnología ciento por ciento francesa. Se calculó que la obra tendría un plazo de ejecución de 4 años y un coste aproximado de 4.000 millones de dólares. El proyecto finalmente naufragó entre escándalos de corrupción y la improvisación.

Selecto Club

La semana pasada los argentinos nos enterábamos de que se estaba enviado a Guayana el primer satélite “ciento por ciento nacional”,. El hecho fue comunicado como un hito del poderío Argentino, ya que hacia ingresar al país nada más y nada menos que al “selecto club espacial” (CFK, dixit), no se dijo nunca sin embargo que de la construcción del ARSAT-1 participaron varias empresas extranjeras, entre ellas a carga útil del satélite, Thales Alenia Space,  una empresa multinacional de capitales europeos que fue contratada por INVAP para desarrollar y construir todos los instrumentos tecnológicos que le permiten realizar su función.

Antiguo Egipto
Ahora la jefa de Estado volvió a relanzar públicamente el proyecto para la construcción de un polo audiovisual en la isla Demarchi. Tras sugerir hace solo dos semanas pasada, casi como al pasar, el traslado de la capital federal a la ciudad de Santiago del Estero, Fernández de Kirchner volvió a realizar una cadena oficial en aquella isla del extremo sur de Puerto Madero, terrenos que en agosto de 2012 había declarado desiertos, a pesar de que estaban ocupados por el Museo de Calcos, el estacionamiento del Casino Puerto Madero, el Club de Obras Públicas, los talleres de la Prefectura y la Armada Argentina, plantas de almacenaje de YPF, el ex Astillero Domecq García, la compañía Tandanor, la Subsecretaria de Puertos y Vias Navegables y el Departamento Río de la Plata de la Dirección Nacional de Construcciones Portuarias y Vías Navegables y la Escuela Nacional Fluvial. La jefa de Estado solo pensaba en la abandonada ex ciudad Deportiva de Boca Juniors, cuyos terrenos están efectivamente abandonados y en manos del estado.

Desde el lugar donde hace dos años se había comparado con “una arquitecta egipcia”, Cristina Fernández anunció al oferente ganador para el nuevo Polo Audiovisual, Riva S.A.. La obra de 216 mil metros cuadrados (“la magnitud del Central Park”, CFK dixit) se desarrollará en cuatro etapas, a lo largo de cinco años y necesitará una inversión de 2500 millones de pesos. La sorpresa fue la inclusión de un imponente rascacielos de 335 metros de altura, que lo convertiría en el edificio más alto de América Latina, y el tercero del continente, solo superado por el edificio Empire State de Nueva York y la torre Sears de Chicago.

La torre de 67 pisos, que tendrá los colores de la bandera argentina y estaría finalizada en 2019. “Esto significa que el gobierno que me suceda tiene el compromiso de continuar con esta obra, a ver si podemos seguir la institucionalidad y continuar las obras en vez de dejar lo que se comenzó y empezar de cero“, indicó Fernández de Kirchner.

La torre, que habrá de tener oficinas, estudios de cine y televisión, utilería, sala de archivo, instituciones educativas, un Museo de las Artes Visuales, la sede del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), oficinas de productoras, y oficinas de canales privados, entre otros espacios. El proyecto también prevé la construcción de un polo gastronómico, un estacionamiento para quince mil vehículos, un complejo hotelero y un estadio cubierto multipropósito de trece mil metros cuadrados y capacidad para quince mil personas, para espectáculos deportivos, artísticos y culturales.

Todo anunciado en un marco de escasez y aumento de la pobreza, y en un territorio, la Capital Federal, cuyas Villas Miserias han crecido un 70 por ciento.  Eso sí, dejan a quienes “eligen vivir ahí” cerca, muy cerquita del centro porteño. Todo por algo más que una bicoca.

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