Tomás LüdersLa caída del avión. Carta a los lectores,

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Estimados lectores,

Sí, a nosotros también nos parece que es necesario indagar sobre los mismos datos que a ustedes., La información incorrecta sobre la localización, la falta de control de torre en el aeródromo, las demoras…

Hasta ahora sólo publicamos la crónica de los hechos según lo relataron las autoridades involucradas en los mismos. Así lo indican los verbos “dijo”, “declaró”, “señaló”, que se utilizan para señalar que el valor de verdad de esos dichos está puesto en boca de las fuentes, y no nuestra.

Hemos recibido sin embargo más de una crítica por sostener una supuestamente falsa versión oficial. No somos voceros de nadie. Pero tampoco tenemos elementos para acusarlos de mentir.

Las demoras atestiguadas y los errores fueron registrados en los relatos. Jamás ocultamos la información de la que disponíamos.

Estuvimos en el lugar del accidente y lo registramos con fotografías. No accedimos ni accederemos a los restos del avión, cuyo peritaje está en manos de la Justicia Federal.

También es cierto que desconocemos las normas y procedimientos del mundo aeronáutico. En lo posible nos vamos formando sobre cada asunto tratado, pero no podemos ser conocedores de todo.

Quizá acostumbrados a cierto periodismo tímido respecto a autoridades que resultan justa o injustamente sospechadas, se nos extiende a nosotros un supuesto manto de complicidad.

No defenderemos a los colegas que no conocemos, ni tampoco a uno y otro medio. Cada cual que se defienda por sí mismo. Quienes trabajan con nosotros y quienes nos son cercanos en la profesión nos resultan insospechables de cualquier complicidad.

Muchas veces lo que parece falta de voluntad u obsecuencia obedece a limitaciones de recursos y tiempo. No es fácil sobrevivir haciendo periodismo en Venado Tuerto.

Por lo pronto rescatamos la buena predisposición de los colegas y el resto de los medios con un diario online nuevo, coincidamos o no con sus propias opiniones y líneas editoriales.

Usted podrá o no acordar con nuestra propia línea editorial, pero ésta no se oculta, sino que es expresada en forma explícita en cada texto de opinión y análisis. En este diario no se censura a nadie. Por lo pronto, cualquier desacuerdo nos es imputable solo a nosotros.

Respecto al caso que nos ocupa no somos encubridores de nada. Pero tampoco estamos acusando a nadie, pues hasta ahora no tenemos elementos para tal cosa.

Somos sí un medio local pequeño, un diario online que provee de información, opinión e investigación permanente. En la medida de lo posible se va profundizando en las cuestiones. Se corre siempre contra reloj, debido a la cantidad de información demanda por los lectores.

Tampoco es sencilla la tarea, dada nuestras limitaciones estructurales: recién nacemos y aún necesitamos incorporar más periodistas y recursos para resolver la siempre compleja tensión entre actualización permanente y profundización.

El caso del avión merece que se lo investigue, y nos abocaremos a ello. Pero investigar demanda tiempo, entonces nosotros solicitaremos paciencia.

No partiremos eso sí desde la sospecha sobre la honorabilidad de los implicados, pues no tenemos en principio elementos para dudar de ellos. La información solicitada recibió una respuesta atenta, y eso merece respeto.

Para acusar hacen falta pruebas, y no las tenemos. Las culpas de los sucesos parecen, en principio, más resultante de condicionantes estructurales que de simples responsabilidades individuales. En lo posible lo determinaremos.

Pero hasta tanto no tengamos información fehaciente sobre los hechos, no divulgaremos rumores. Esto es un diario online, y no un blogg o un posteo de facebook, en donde muchas veces se publican opiniones y apreciaciones subjetivas sin el correspondiente chequeo de las fuentes y la información.

Nosotros queremos y debemos hacernos cargo de nuestros dichos. Es un compromiso al que no vamos a renunciar en pos de una supuesta primicia o un título escandaloso.

Pedimos sí disculpas por los malos entendidos semánticos producto de lo que es a veces una redacción apresurada y contra reloj.

Como siempre, reafirmamos también nuestro compromiso de no ocultar información constatada y fehaciente.

Desde ya agradecemos la comprensión. Como siempre a su disposición:

 

 Lic. Mauro Camillato (Director Venado24)    Lic. Tomás Lüders (Jefe de redacción Venado24)

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