Con sorpresas y pocas ideas. En la provincia y la ciudad parece estar ganando el voto descontento, así, sin mucho más contenido. Miguel Del Sel viene ganándole por varios puntos al candidato de la continuidad, el socialista ex intendente de Rosario Miguel Lifschitz. Por ese lado no parece haber demasiados sollozos ni sonrisas inesperadas.
Tampoco ideas. El Frente Progresista hegemonizado por el binnerismo parece estar siendo víctima del creciente aumento del delito violento, de la mano de una policía corrupta, una justicia ineficiente y la degradación social de la “década ganada”. La gente no sabe sin embargo qué hará de diferente el ex Midachi. Los sondeos informales solo rebelaban un atributo que supo proyectar el PRO: “mayor eficiencia”. Detrás sin embargo aparecen muchos, demasiados, nombres ligados al reutemismo, que de “efectividad” no tuvo demasiado, aunque sí de ajuste social.
Pero el voto santafesino y venadense parece estar yendo por los andariveles conservadores, luego de que el populismo kirchnerista se quedara con el espacio del progresismo, ideario que parece haberse quedado sin respuesta (ni de las demagógicas que capitaliza bien el conservadurismo, ni de las efectivas y complejas) cuando se trata de hablar del sustantivo del que deriva: progreso.
Sí parece haber sorpresas en la ciudad. Liliana Rostom, ex funcionaria scottista y ex concejal oficialista está capitalizando los descontentos del desgastado scottismo-freyrismo. El buen recuerdo de su paso por Servicios Públicos durante la época de Roberto Scott le dejó un buen recuerdo al interior de la propia municipalidad y en lo que parecía el inconmovible bastión del oficialismo: los sectores sociales que, por su vulnerabilidad, más dependen del aparato.
Inexplicable resulta la manera tan relajada en la que el intendente y su equipo se tomaron esta elección, para la que prácticamente no hicieron campaña (tampoco se intensificó demasiado el “tradicional” reparto de dádivas). “Las encuestas nos dan veinte puntos arriba”, decían por San Martín y Marconi.
Si incluso ahora en las primarias gana Freyre –si llegar a ser así será por pocos puntos, pero los últimos relevos le están dando la espalda– no sería extraño que los votos furiosamente opositores (mayoritariamente concentrados en el centro) se vayan prácticamente todos para la fundadora de Nuevo Horizonte.
Rostom sin embargo no podrá capitalizar su excelente elección hacia su lista legislativa, que está resultando derrotada frente al más conocido concejal Carlos Aldasoro, su socio en la ciudad, quien además capitaliza mejor que Jorge Panfili el sello del PRO (de hecho, Panfili ni llevaba el color amarillo en su escudo de nuevo horizonte).
Enrico, ¿ganador o perdedor?
La brillante elección de Leonel Chiarella es la sorpresa electoral. Al momento de escribir esta columna (21.15), el joven candidato elegido por el senador Lisandro Enrico, que como se descontaba viene arrasando en la categoría a Senador por el departamento, está obteniendo la victoria a Concejal frente al socialista Fabián Vernetti. Pero no solo eso, también está superando al segundo más votado, el oficialista Pedro Bustos, cuya victoria se descontaba.
La debilidad electoral que viene mostrando José Luis Freyre demuestra que también podría haber sido el propio Enrico (en las encuestas de imagen mide mejor que Rostom) quien capitalizara el descontento con el oficialismo. Pero no se decidió, y quien sale fortalecida es Liliana Rostom, quien se lleva su recompensa por haber sido la primera dirigente que se desmarcó fuerte del oficialismo.