Por Mauro Camillato
Mirarse al espejo y ver en su superficie la imagen del otro puede ser la peor pesadilla de Lisandro Enrico y José Luis Freyre, es que no hay dudas que ambos líderes mantienen importantes diferencias entre ellos. Viven comparándose para contrastarse, es difícil escuchar una manifestación de cualquiera de ellos que no critique directamente o indirectamente al otro. Pero de todos modos muchas veces coinciden más de la cuenta en sus apreciaciones.
De hecho en la semana que pasó volvieron a demostrarlo. Los dos decidieron volver a poner el eje en la corporación judicial como la gran culpable de la inseguridad en nuestra ciudad. Es que destacaron que en esta época del año liberan presos para que estos últimos disfruten de las fiestas con sus familiares.
Así lo expresaron de diferentes maneras pero con el mismo sentido. Solo falta saber si ambos dijeron casi lo mismo por pura coincidencia o si “se copiaron” entre ellos. Pero esto último tampoco sería una novedad, ya que desde hace un tiempo en pos de “fidelizar” los votantes, cualquier recurso vale de un lado o del otro. (en nota anterior nos referimos a esto)
De todos modos el encargado de intentar desarmar el argumento de los dos dirigentes políticos fue el juez de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de la Tercera Circunscripción, Tomás Orso, quien en nota realizada en el programa “A pesar de Todo” (LT29) desestimó de manera tajante que se liberarán detenidos en esta época con el fin de permitirles pasar las fiestas con sus familiares.
Salidas
Si bien no había trascendido periodísticamente, Lisandro Enrico fue el primero en manifestarse sobre el tema y, es más, envió una misiva a los jueces y fiscales citándolos una reunión a desarrollarse el miércoles pasado en la sede del Centro Cívico para debatir sobre la necesidad de evitar dichas salidas transitorias. Así dicha citación fue rechazada por parte del foro judicial que consideró cuanto menos una intromisión de un poder sobre otro.
Pero cuando todavía estaban procesando la inquietud del senador apareció el intendente, José Luis Freyre, repitiendo en los medios de comunicación algo similar. El mandatario local le peticionó a la Justicia que no otorgue “libremente y sueltamente” salidas transitorias a presos que están cumpliendo condenas y que se benefician por las Fiestas. Y es más agregó un dato: “vemos que todos los fines de año se dan delitos, muchas veces cometidos de modo reincidente por gente que tiene una libertad transitoria o morigerada por las Fiestas, por lo tanto pedimos precaución”.
Ante semejante coincidencia de los dos líderes políticos más importante de la ciudad, los magistrados definieron ser ellos lo que citarán a un encuentro a intendentes, presidentes comunales y legisladores provinciales y locales, con el fin de dialogar sobre el tema. Dicha reunión sería el próximo martes (todavía no se confirmó el horario) en sala de audiencia de los Tribunales locales.
Inseguridad, la simplificación de un debate.
No hay dudas que la inseguridad sigue siendo unos de los problemas que más siente la población venadense, pero también es cierto que la dirigencia política y también la judicial siguen sin estar a la altura de los acontecimientos.
El fracaso de todo lo realizado hasta el momento es evidente, pero también es evidente que las simplificaciones sobre el tema en nada ayudan. ¿Se le puede echar la culpa principalmente a la justicia por la permanencia e incremento del delito violento?.
Aunque por supuesto que, como dijo Enrico, los jueces comenten errores, eso no significa ni por asomo que esos errores sean la principal causa de la inseguridad imperante.
El problema es mucho más complejo y podríamos hacer una lista interminables de posibles causas, dentro de la que deberíamos incluir el dato recientemente dado a conocer por el INDEC que indica que en la Argentina la pobreza alcanza al 32.2 % de la población (14 millones de personas) y el 6,3% está en la indigencia. Ello por nombrar solo algunas de las variables recientes más duras de la acuciante cuestión social: la pobreza y desigualdad material que siempre tiene inevitables efectos degradatorios a nivel moral, particularmente violentos en el marco de una sociedad tan desigual como sigue siendo la Argentina.
En todo caso mucho dice de nuestros dirigentes, lo que priorizan discursivamente cuando hablan del tema. Y en eso, más allá de matices, Freyre y Enrico parecen coincidir.