CulturaPandora, el primer culto a la historieta en Venado Tuerto

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El escritor y ensayista español, Albert Chillón, se atrevía allá por 1999 a proponer una definición de literatura, a la que veía como “un modo de conocimiento de naturaleza estética que busca aprehender y expresar lingüísticamente la calidad de la experiencia”. Unos años más tarde, entre 2015 y 2017, un grupo de venadenses, buscó plasmar en papel esas vivencias y dieron vida a lo que hoy se conoce como “Pandora”.

Así, como su nombre supone, esconde sorpresas, que contadas desde diferentes ópticas, dan como resultado el surgimiento de la primera historieta de Venado Tuerto, que según indica su eslogan, busca liberar la imaginación. Sus creadores la enmarcan dentro de la literatura gráfica y remarcan su fin pedagógico y educador, a través del dibujo.

Es para remarcar que después de una época de esplendor en los años 50 y 60, cuando clásicos lanzaban tiradas de 250 mil ejemplares semanales, la historieta atraviesa desde hace unos años una especie de “renacimiento”.  Por eso, con el número inicial ya circulando en la calle, se puede decir que Venado Tuerto, hoy le rinde culto a su historieta, creada, sostenida y divulgada por artistas locales.

El grupo se nutre del amplio abanico de edades y estilos de historietistas. Nadie impone nada ni tampoco tiene un rumbo determinado. Es libre en ese sentido. Hay creaciones cómicas, de terror, acción o de denuncia social. Esa es una de las virtudes.

También es para rescatar la comunión que refleja con la ciudad que la vio nacer, ya sea en espacios comunes, barrios, calles o lugares típicos. Todo este cúmulo de factores, les valió elogios entre otros del reconocido guionista, dibujante y autor de historietas, Juan Carlos Quattordio, y de los periodistas Juan Sasturain y Horacio Embón.

thumbnail_2- Coordinador. Manuel Fernandez

Objetivo educador

Uno de los coordinadores de este grupo que hoy ronda los quince integrantes, es el docente Manuel Fernández, quien de entrada cuando se le pregunta que es “Pandora”, destacó: “Es un proyecto a pulmón, sin fines de lucro, pero con un objetivo cultural de valorizar la historieta como un medio interesante para la educación”.

Luego, recordó que la idea nació a principios del 2015 y desde los inicios, fue la pasión por las historietas lo que los hizo coincidir. Luego al conocerse entre ellos, se dieron cuenta de que cada uno por su cuenta producía, dibujaba o guionaba, con lo cual concretaron una muestra en septiembre de ese año y sumaron más integrantes.

“Tuvimos éxito y el grupo se agrandó. Ahí planteamos que el siguiente paso era hacer una historieta. Pero no era fácil desde lo económico o con el lugar físico. Se complicaba el equilibrio que implica desarrollar un proyecto. Por eso a mediados del 2016 llegó la invitación del gremio docente AMSAFE, que nos cedieron gentilmente un espacio para reunirnos, dar clases y capacitarnos”.

Ese fue quizás el empujón que necesitaban para materializar su proyecto. Por eso, al ver la regularidad del grupo y luego de que realizaran un mural frente al gremio, acordaron en elaborar una revista. “Inmediatamente nos dijeron que sí. El trato era que la mitad del material que se imprimiera fuera a parar a las escuelas primarias. Nos dieron el envión inicial y nos ayudaron hasta en lo económico, costeando el 50% de los gastos de impresión. Nosotros conseguimos el resto y logramos concretar una iniciativa que teníamos solamente en la imaginación”, resaltó.

Seguidamente, aseguró que confía y cree que este tipo de publicaciones, “se tienen que usar en las escuelas como introducción a la lectura”, porque eso se perdió y hasta se la trató de forma peyorativa a la historieta. “Que sirva como iniciación, para no quedarse estancado en un estilo de literatura que tampoco es bueno”, agregó.

En este orden, destacó: “Hoy estamos presionados a no quedarnos quietos. No dejarnos marear por el movimiento que tenemos para que logre continuidad la revista. Los comentarios que nos llegan son buenos, por la variedad de historias que hay. Le gusta a los chicos, adolescentes, mayores o a los tradicionalistas de la historieta”.

La historieta como herramienta de comunicación

thumbnail_3- Director. Roberto Capdevilla

Roberto Capdevilla, es además del miembro de mayor experiencia, uno de los lápices más respetados en “Pandora” y de los dibujantes más querido en Venado. “Lo mío fue nada más que entregar a los más jóvenes el material que tratamos durante tanto tiempo y lo que aprendí. Mi idea es que quienes pasamos los 50 dejemos a los más chicos lo que conseguimos nosotros, para que el camino no se les haga tan largo y difícil”, aseveró.

Remontándose a sus comienzos, recordó lo complicado en su momento de conseguir buenos lápices o papeles, o la imposibilidad de impresión y edición. “Todo lo que se fue consiguiendo ahora, yo creo que lo más inteligente es entregarlo para que otro lo siga. Por eso ‘Pandora’ fue un logro”, resaltó.

Capdveilla, coincidió con Fernández en que hace varios años se habla entre los venadenses sobre las ganas de hacer una revista de historietas editada localmente, donde participen dibujantes de todo el país: “Se demoró hasta que se dio la oportunidad, cuando apareció gente joven interesada y algunos con dibujos ya hechos. Hicimos un paquete y lo imprimimos.  Fue el comienzo de algo importante”, reconoció.

Para el reconocido dibujante, la historieta es una herramienta de comunicación, “tanto sea histórica, como política”, ponderó. Y agregó: “Puede servir para la educación o la salud. Puede servir para muchas cosas. Pero tienen que estar preparados técnicamente los que la hacen, que es lo que lleva tiempo”.

Asimismo, indicó que una vez lanzando el primer número se encontraron con una puerta nueva que se abrió, dándole paso a gente nueva interesada en sumarse: “Descubrimos a muchas personas que nunca pensamos que andaban por ahí con el lápiz y la tinta. Fue una sorpresa linda e importante”, manifestó.

Pero por otra parte, remarcó que la historieta tiene una posibilidad que es bastante notoria en cuanto al resto de publicaciones que son en base a la literatura: “Acá se agrega dibujo. Hay una forma de expresión que por momentos, en algunos casos, ni siquiera necesita del texto. Salvo por un título, se puede hacer una historia sola con dibujos. Si tenemos buenos textos, eso hace más rico el mensaje”.

“En Venado –continuó-, nos encontramos con más gente de la que suponíamos que escribe historietas. Ahora se están perfeccionando para armar el guion y la técnica. Eso es una posibilidad mucha mejor de lo que nosotros esperábamos.  Nos mantiene alerta para no aflojar para que la gente no decaiga en su entusiasmo”.

Y resumió: “’Pandora’ se va a transformar en una aparición corta por los tiempos de armado. Pero va a tener una presencia importante en la ciudad. Supongo que va a ser un disparador para la región para que se sume y se expanda. Le tengo confianza porque hay mucho entusiasmo y gente joven, que pueden llevar esto a través del tiempo”.

El cómic, para decodificar e interpretar la imagen

thumbnail_4- Diseñador. Claudio Priotti

Otro de los pilares de la primera historieta de Venado Tuerto, es el profesor en Bellas Artes, Claudio Priotti. Para él, el resultado que obtuvieron con la revista fue una sumatoria de esfuerzos individuales.

“Todo gracias al trabajo en equipo, que se hizo en forma constante y consciente. Cuando haces las cosas de esa manera, se logran buenos resultados. No es nada fácil editarla. Y ahora verla en la realidad, hecha después de tantas reuniones y debates, hace que disfrutemos lo que logramos, tras la presentación y la aceptación posterior”.

Priotti, ratificó que ahora es cuestión de pensar hacia futuro, con el primer objetivo ya cumplido: “Resta volver a juntarnos, definir nuevas metas y objetivos”.

Al igual que sus compañeros, valoró la variedad de contenidos. “Hay historias muy diferentes entre sí. Si bien la revista tiene una línea que está dentro de lo realista y lo fantástico., también hay una impronta de crítica fuerte e importante. Pero que se desarrollan en un ámbito dentro de la ciudad. Desde la propia aldea proyectamos a mundos que a partir de lo real, hacen volar la imaginación”.

Tras cartón, aseveró que cree en el comic como vehículo educativo y didáctico, donde el alumno puede aprender las materias que estudia. “Que el chico interprete y decodifique la imagen. Tiene que ser parte de una política educativa donde se incluya la literatura dibujada como instrumento pedagógico”, manifestó.

Y completó: “Pensamos en llegar por lo menos a toda la provincia. A las ciudades más importantes, como los centros distribuidores de cultura que son Santa Fe y Rosario. Y a futuro, hacer una tirada más nacional”.

 

Fuente: Pablo Rodríguez/ Transmedia VT

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