También está involucrado el gerente de TyC Sports, Alejandro Burzaco. La procuradora general de los EE.UU afirmó: “Usaron su puesto en FIFA para obtener dinero ilegal”.
La explosiva acusación por corrupción que el gobierno federal de Estados Unidos presentó en contra de la FIFA tiene como figura clave al denominado “Co-Conspirador #10”, bautizado por los fiscales, irónicamente, con el número más prestigioso en el mundo del fútbol.
El “Co-Conspirador #10” es descripto, en la página 26 de la acusación de 161 páginas, como un “alto oficial de la FIFA, la federación sudamericana de fútbol (Conmebol)y la Asociación del Fútbol Argentino” . Según informó el sitio web Cancha Llena, en la página 52 del informe la acusación precisa que en 2011, durante la celebración de la Copa América en la Argentina, era un funcionario “de larga trayectoria” en la FIFA y la AFA.
Los fiscales federales también concluyeron que el “Co-Conspirador #10” era “cercano” a Alejandro Burzaco, CEO de Torneos y Competencias, quien fue intermediario en las discusiones por un soborno de “siete cifras” por el torneo continental que se realizó en la Argentina en 2011.
Ante las pregunta de La Nación sobre si el “Co-Conspirador#10″ era Julio Grondona, el fiscal federal Kelly Currie (quien preside la investigación) sostuvo: “No vamos a comentar sobre nadie que no esté nombrado en la acusación”, sin explayarse más en su respuesta.
Los fiscales federales llegaron a la conclusión de que Burzaco negoció con otra persona involucrada, el “Co-Conspirador #2”, de la empresa Traffic International, el soborno para el alto funcionario de las organizaciones. Hubo un arreglo: Traffic International aceptó hacer el pago, y Burzaco le dijo que, en vez de pagarlo directamente al “Co-Conspirador #10”, “podía efectivamente hacer el pago simplemente permitiendo que Torneos redujera una deuda que tenía con Traffic por el mismo monto”.
La procuradora General de Estados Unidos, Loretta Lynch (foto principal), abrió la conferencia de prensa presentando la acusación y denunciando una corrupción que había descripto como “rampante, sistémica y profundamente enraizada”.
Al hablar del pedido de sobornos por los torneos continentales, afirmó: “Lo hicieron una y otra vez, año tras año, torneo tras torneo”.
En la presentación, tanto Lynch como Currie y los dos otros dos funcionarios de alto rango presentes, el Director del FBI, James B. Comey, y el jefe de Investigaciones del IRS –la AFIP estadounidense-, Richard Weber, hicieron hincapié en la lucha contra la corrupción, pero también se dieron margen para hablar del efecto en el mundo del fútbol. Currie llegó a decir que el fútbol era “la víctima” de la corrupción, y que el dinero que se habían quedado los funcionarios era dinero que perdían chicos “en pelotas y campos de juego”.
“Hoy es un gran día para los fanáticos del fútbol”, insistió en otro momento Weber, aunque antes se preocupó por decir que el caso no era sobre fútbol, sino sobre “justicia y respetar la ley”.
El funcionario del IRS acuñó la frase más celebrada de la conferencia de prensa: “Claramente, esta es la copa del mundo del fraude, y hoy les estamos mostrando la tarjeta roja a FIFA”.