Durante una entrevista en Radio Continental, el senador Fernando Pino Solanas explicó porqué votó en contra de un proyecto que “nominalmente” se parece a lo que viene reclamando de larga data. Destaca un dato llamativo: no se retiran las concesiones que son rentables, por ejemplo, todas las de carga.
Debe recordarse que otra ex UNEN, la senadora Norma Morandini votó en igual sentido, y en diputados Libres del Sur, la bancada encabezada por Victoria Donda, y el GEN, la bancada encabezada por Margarita Stolbizer ya se habían expresado de manera similar.
“No se revisó el pasado y no hay plan estratégico”
“Voto en contra con las dos manos, y si pudiera lo haría con los pies”, repitió contundente esta semana Fernando “Pino” Solanas ante los periodistas Fernando Bravo y Jorge Sigal (Continental), para explicar por qué esta semana él, un referente de la izquierda peronista no partidaria, votó en contra del proyecto que el Ministro del Interior Florencio Randazzo impulsa desde el Gobierno Nacional.
“Es un engaño, de la primera palabra a la última, pero viene muy bien adornado, como varios proyectos de este tipo”, dijo Solanas, luego de compararlo con el proyecto del llamado Tren Bala o YPF. “Este proyecto fue votado hasta por el PRO, y es lo más estatista que van a votar, porque la importación de los trenes chinos, llave en mano y sin licitación, se hace por mediación de Franco Macri”, explicó.
Solanas además sostuvo que “los ferrocarriles no pueden estatizarse, porque son del Estado desde 1948, se concesionaron, y los concesionarios tenían la obligación de mantenerlos… pero los destrozaron y los robaron”, agregando que el proyecto no incluye hacer el inventario “que nunca se hizo del millonario patrimonio entregado y destrozado, y que los concesionarios deberían reponer”.
“No pagaron nunca el canon, no hicieron inversiones, desguazaron el patrimonio, lo destrozaron, se lo robaron. Eso pasó con el conjunto de las concesionarias”, sostuvo Solanas, quien además recordó: “El estado paga todos los salarios, y paga además las reparaciones que las concesionarias hacen en los talleres, y después sobrefacturan. Desmantelan locomotoras y vagones y luego le hacen pagar al estado piezas nuevas que nunca se compraron o fabricaron”.
Solanas también recordó que el proyecto está hecho para “el precandidato presidencial Randazzo”, y no es estratégico ni para el bien del público: “Ya presentamos un proyecto Ferrocarriles públicos argentinos, no del estado, sino del pueblo. Necesitamos trenes públicos con rigurosos controles públicos”, agregó el senador y cineasta, añadiendo:
“No hay plan serio de recuperar talleres fábricas, se compran llave en manos ferrocarriles chinos, que gestiona Franco Macri, padre de Mauricio Macri, candidato a presidente“, repitiendo: “por eso a esto lo vota el PRO, que es algo que en apariencia no iría con su ideología. Cada vagón importado de esa forma, con precios que nadie, controla es un insulto para los trabajadores, pero también para las Universidades, para los estudiantes, y para los usuarios. No hay estrategia de desarrollo, no invitaron al debate a las provincias, tampoco a los productores regionales que los usan, los trabajadores y todos los usuarios…”, remató el legislador de la Cámara Alta e histórico referente de la llamada izquierda nacional, que hoy parece revisar además el antiguo concepto de “estatismo”: “El Estado debe cuidar y mediar en representación del público, no quedarse con todo por que sí, para beneficio de los que gobiernan y hacen negocios”.
Más negociados
Solanas recordó además que todos los grupos Roggio (que maneja Metrovias, Ferrovias y el Belgrano Norte) seguriá manejando esos recorridos “porque son rentables”.
Además de estos pocos, “Los únicos ramales que dan beneficios, y continúan en las manos de los mismos concesionarios son los de carga, que se usan en el mundo para financiar a los de pasajeros. Pero esas concesiones se mantienen, a pesar de que nunca pagaron ni el canon de la concesión. Ferro-expreso pampeano en manos de Techint , el Ferro Sur, del consorcio brasileño Camargo correa, y el Nuevo Central Argentino, en manos del grupo Urquia (propietaria de Aceitera General Deheza), continúan con sus concesiones hasta el 2022, y pueden optar a quedarse por 10 años más”, sostuvo Solanas.