El ministro de Energía y ex CEO de Shell volvió a justificar el cuarto aumento en combustibles con frases que rozan el cinismo.
Adjudicó la suba a la devaluación y el precio internacional del crudo. Tampoco descartó un nuevo incremento en 2016. La naftas, cuyo precio ha sido subido junto con el de la carga impositiva del 60 por ciento que las acompañan, ya acumulan un aumento del 30 por ciento desde que asumió Mauricio Macri.
De acuerdo con la particular visión de Aranguren, “si el consumidor considera que este nivel de precios es alto en comparación a otros gastos de su economía, dejará de consumir”. En cambio, “si entiende que el costo no es tan alto, continuará cargando”, precisó.
El criterio utilizado por el funcionario podría ser aplicado a los escasos mercados donde los ciudadanos tienen segundas y terceras opciones para modificar sus hábitos de consumo. Sin embargo, en el mercado de los combustibles parece más difícil plantear este escenario porque el combustible no ofrece marcas más económicas.
El mes de mayo llegó con un aumento del 10% en el precio de las naftas y alcanzó así una suba acumulada del 31% anual, el máximo desde 2003. Según el ex CEO de la petrolera multinacional Shell, este nuevo golpe al bolsillo se debe por un lado a la devaluación del peso en un 50%, y por el otro a la caída internacional del petróleo del 10 por ciento. La combinación de estas dos variables, asegura, arroja que la cotización del petróleo en la Argentina en pesos aumentó un 35 por ciento.
Más beneficios empresariales
Consultado sobre los beneficios que recibió el empresariado del sector desde la llegada del nuevo Gobierno, como el cobro de una deuda millonaria de las petroleras, el reintegro en las exportaciones en Chubut, más los cuatro aumentos de precios, el ex ejecutivo de Shell manifestó que en el caso de la deuda se trata de “una herencia” del Gobierno anterior, que “dejó de pagar $17.000 millones por un plan de estímulo al gas, que no se abonaba desde marzo del año pasado a YPF y desde junio al resto”. En tanto, sobre el reintegro dijo: “El aliciente para las exportaciones es sólo para 4 empresas, en una provincia donde no se ponían de acuerdo y el Gobierno laudó y contribuyó. Hacia adelante, lo más importante es que cuando los precios internacionales aumenten, podamos acoplarlos al mercado internacional, cuando sube y cuando baja, y no nos desacoplemos más“, prometió.
El aumento de los combustibles mereció el rechazo de las diferentes cámaras de estacioneros, entre las que se destacaron la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes (AESI), la Cámara de Expendedores de Combustibles de la República Argentina (CECRA) y la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA).