Un error de cálculo de 80 centímetros en la medidas hace que no puedan circular las locomotoras de trocha ancha en un puente del tren que cubre la zona oeste del área metropolitana de Buenos Aires. El titular de Vialidad Nacional reconoció que ahora se harán “trabajos de ajuste”. Es el mismo tren que colisionó en 2011 ocasionando la muerte de 52 personas en la estación ferroviaria del 11 porteño. También es el mismo tren cuyas vías comenzaron, muy lenta y costosamente, a ser soterradas durante el último gobierno de Cristina Kirchner, siendo investigados por coimas y sobreprecios la empresa Odebretch y el primo del presidente Mauricio Macri, Ángelo Calcaterra.
El Gobierno invirtió en la obra ByPass Luján, sobre la Ruta 5, 1.200 millones de pesos, pero los trabajos erraron por 80 centímetros las medidas para que puedan circular las locomotoras de trocha ancha. El titular de Vialidad Nacional reconoció que ahora se harán “trabajos de ajuste”. Quienes trabajaron en la obra le hicieron la observación al personal a cargo pero respondieron con un “nosotros sabemos lo que hacemos”.
Debido al diseño mal hecho, algunos vagones ni siquiera pasan por las vías. Otros sí pueden circular pero con tan escaso margen que el propio bamboleo del tren podría terminar en un descarrilamiento. Desde Vialidad Nacional reconocieron solapadamente el error y ahora trabajan para intentar adaptar el puente.
“El problema es que hicieron un puente por fuera de las normas para una trocha ancha, como tiene el servicio de esta línea. Es una lectura de plano bastante abrupta. El puente lo hicieron de 3,40 metros, le erraron por 80 centímetros”, afirmó al diario Página 12 Diego Hormachea, secretario de la Seccional Oeste de la Unión Ferroviaria.
El titular de Vialidad Nacional, Javier Iguacel, reconoció el “error de cálculo” en el puente como “trabajos de ajuste” que se debían hacer con el tramo ya colgado. El funcionario explicó que el puente se construyó “externamente” y no en el lugar para evitar el corte del servicio por seis meses y que ahora una vez montado se harían los “trabajos de ajuste” para que puedan atravesarlo “todo tipo de locomotoras”.
“En el montaje del puente, con el fin de que pudieran atravesarlo todo tipo de locomotoras, se produce el corte de los bordes superiores que con la sobredimensión estructural que tiene el puente no afecta en nada el mismo”, escribió Iguacel en su cuenta de Twitter. Agregó: “Dichas tareas son todos ajustes al puente ya montado”. El funcionario no respondió a los llamados de este diario.
“La solución que encontraron y en la que están trabajando es cortar los extremos del puente y agregarle unos centímetros, pero igual ya no va a tener la medida reglamentaria. Los trenes van a tener que pasar con extremo cuidado y a una velocidad mínima para evitar accidentes. Saben que el puente está mal hecho y ahora lo quieren arreglar”, aseguró el ferroviario, e insistió en que “no escucharon” a los inspectores ferroviarios con más de 30 años de antigüedad.
