A pesar de las promesas de aumentos moderados en el sector petrolero, la liberación del precio de los combustibles (o más bien el hecho de que el gobierno lo haya dejado cotizar en dólares) hace que las subas terminen acompañando la devaluación del peso, que el viernes alcanzó casi los $ 30.
Así, hoy YPF, la mayor petrolera del país, bajo control del Estado aplicó por la madrugada un 5% de aumento, estaba previsto que la suba solo fuera del 3 por ciento.
Aunque una de las últimas gestiones del ex ministro de Energía, Juan José Aranguren, había sido acordar con el sector un esquema paulatino de subas en los próximos meses, el empobrecimiento de la moneda local, que se acentúo en los últimos días, le volvió a poner presión a los surtidores. Eso se debe a que el petróleo, que representa un 80% del costo de los combustibles, tiene su precio en dólares.
Desde hoy, la nafta súper de YPF cuesta, en Buenos Aires, por litro $27,83, en comparación con los $26,50 que regían hasta ayer. Mientras que la premium pasó de $30,74 a $32,20, el gasoil de $23,05 a $ 24,20 y el gasoil premium de $26,95 a $29,01