Tras otra escalada de la divisa norteamericana, la sociedad anónima estatal YPF aplicó un nuevo aumento en los precios de los combustibles. De esa manera, YPF se sumó a la lista de incrementos que había iniciado Oil, seguida por Shell, primero, y Axion, después.
La nafta súper en la ciudad de Buenos Aires por litro pasó a $ 26,35 (es el más barato del país), mientras que la infinia llegó a $ 29,51, el gasoil a $ 21,99 y el premium, a $ 24, 91. En nuestra ciudad las naftas están en promedio $ 2 más arriba.
Los aumentos alcanzan el 4,94% para el gasoil, y el 4,48% para la nafta premium. La súper trepó $ 4 por ciento.
Tras la liberación del mercado, las petroleras comenzaron a aplicar aumentos sin anunciarlos, una práctica que no habían tenido en la gestión de Mauricio Macri. Según argumentan las empresas, este juego de las escondidas está más a tono con las nuevas condiciones del mercado y les permite competir.
Hace algunas semanas, la petrolera Oil, que pertenecía a Cristóbal López y quedará bajo la propiedad de OP Investments cuando la Justicia lo autorice, aumentó 6% sus precios. Luego Shell, dueña de aproximadamente un 15% de market share, incrementó sus combustibles en la misma proporción. Así, el litro de nafta súper en la Capital Federal pasó de $22,94 a $24,32, mientras que la premium fue de $26,81 a $28,42.
El gasoil, en tanto, pasó de $20,25 a $21,47, y en su versión premium fue de $23,79 a $25,19. Días después, Axion aplicó un ajuste similar.