La proliferación de tecnologías que permiten registrar imágenes por parte de usuarios inexpertos no solo ha generado una obsesión entre sus usuarios por publicar su vida íntima y eventos cotidianos que rompen con la rutina habitual. Se han transformado también en insumo básico para los medios de comunicación de masas, que multiplican la difusión sin edición crítica de todo tipo de contenidos, a lo más morbosos, más buscados por productores. La ventaja: son baratos y generan un impresionante atractivo sobre las audiencias.
Tras la difusión permanente de imágenes y comentarios hechos por Melina Romero antes de su asesinato –sobre cuya vida sexual no se privó de hablar ningún “comunicador social”– ahora llegó el turno del delincuente motorizado que quedó registrado mientras intentaba asaltar a mano armada a un turista canadiense en el barrio porteño de La Boca. Liberado por una justicia, son los medios quienes “lo injuician” frente al público.
De las calles a los estudios
Gastón Aguirre, el motochorro que fue filmado cuando asaltaba a un turista canadiense en La Boca, intentó ayer justificar su accionar delictivo en un programa de la cadena de “noticias” América 24 (A24).
“Mi intención era robar, no matar”, afirmó una semana después de que el video se viralizara en las redes sociales hasta transformarse en uno de los más vistos en Internet.
Aguirre habló en el canal de noticias A24. En un momento de la entrevista con Mauro Viale intentó responsabilizar a la víctima, Alex Hennesy: “Mostró el video para hacerse famoso. Tendría que haber hecho la denuncia”, dijo.
Aguirre afirmó que le pediría perdón al turista canadiense y reconoció que lo que hizo estuvo mal. Pero siempre se quiso poner en el lugar de víctima y de dar una imagen de que sólo era un ladrón, no un asesino. “No estoy orgulloso de lo que hice. Estoy pagando el error que cometí”, dijo. A las 20.20, la producción lo cruzó telefónicamente con Mike Graziano, que integraba el grupo de turistas que paseaban por La Boca. Graziano sostuvo: “Usted no debería haberle apuntado a mi amigo. Debería pensar la disculpa en prisión”.
El caso se conoció a partir de la cuenta de Facebook del viaje (Global Degree) y recorrió el mundo. Hasta se creó un videojuego en el que gana quien evita ser asaltado por un motochorro. El caso se conoció el 17 de este mes.
En Irala y Arzobispo Espinosa, en La Boca, interceptó el paso de Hennesy, que paseaba en bicicleta con otros turistas. El violento intento de robo quedó registrado en la cámara que el canadiense llevaba en su casco. “Dame la mochila”, le espetó Aguirre al turista mientras le exhibía un revólver .22. Ayer, reconoció que el arma estaba cargada. “Está la posibilidad [de matar], pero uno no sale con esa intención”, sostuvo el acusado, y repitió más de una vez que él no mató a nadie.
El robo no llegó a concretarse. El turista se bajó de la bicicleta y se fue contra una reja. Aguirre lo siguió y le volvió a mostrar el revólver, pero no pudo quedarse con la mochila. Después, Hennesy se unió al grupo que continuaba con el paseo.
En todo momento, Aguirre, de 33 años, intentó justificarse. Quiso explicar que el 13 agosto pasado salió a dar una vuelta con su moto y decidió cometer el ilícito para juntar dinero para poder festejarle el cumpleaños a su hijo.
En otro tramo de la entrevista, afirmó que los peores delitos son “matar y violar”. Dijo que él salió enojado a dar una vuelta y que observó que el turista “tenía una cámara grande que guardó en la mochila y quise robársela para poder venderla y hacerle un regalo a mi hijo”. Dijo que después arrojó el arma al Río de la Plata.
Por momentos, pareció un experto en derecho penal, porque dijo que salió en libertad porque el delito de intento de robo es excarcelable. Pero, expresó, “también está la trampa de que si ahora protagonizo otro hecho se junta con esta causa…”
Según fuentes judiciales que por más que un delincuente salga a robar sin intención de matar si tiene un arma cargada existe la posibilidad de que el hecho termine en un homicidio.
Según informó el portal www.fiscales.gob.ar, que depende de la Procuración General de la Nación, Hennessy no hizo la denuncia, pero le informó lo ocurrido a la empresa de alquiler de bicicletas y entregó una foto del agresor. El responsable de la empresa dio una copia de la imagen a la Policía Metropolitana. Días después, un uniformado reconoció al acusado y lo detuvo. Aguirre tenía en su poder 600 gramos de marihuana. “En la investigación que tramita ante la justicia de instrucción, Aguirre fue procesado sin prisión preventiva -tal como lo permite el Código Procesal Penal de la Nación- y se le impuso la condición de comparecer periódicamente ante la jueza hasta que se realice el juicio oral. Asimismo, fue indagado en la causa que lleva adelante la justicia federal, y también quedó en libertad”, se explicó en fiscales.gob.ar.
Y se agregó: “Cuando las imágenes tomadas por Hannessy fueron difundidas, policías de la comisaría 14a. de la Policía Federal iniciaron actuaciones preliminares y efectuaron la consulta con la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción N° 8, a cargo de Fernando Fiszer. El fiscal solicitó a la titular del Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción N° 38, Wilma López, la declinatoria de su competencia por conexidad y que se remita el expediente al juzgado de instrucción a cargo de Susana Castañera”.
Incidentes a la salida del canal
Luego de una larga hora de protagonismo en la pantalla de A24, no fue sencilla la salida del delincuente Gastón Aguirre de los estudios de televisión. Hubo algunos incidentes con personas que se habían congregado en la puerta del canal e intentaron agredirlo. El motochorro, minutos antes, había dejado frases para “memorables”:
“Mi intención era robar, no matar.”
“Está la posibilidad [de matar], pero uno no sale con esa intención. Los peores delitos son matar y robar.”
“Estaba enojado y salí a dar una vuelta en moto. El turista tenía una cámara grande que guardó en la mochila. Quise robársela para poder comprarle un regalo de cumpleaños a mi hijo.”
“No estoy orgulloso de lo que hice. No quiero que me feliciten ni que me entiendan.”