SocialesHombre pierde un brazo tras ser atacado por su rottweiler

Tomás Lüders28/11/2014
Compartir esta noticia
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter

Un neuquino de 44 años perdió su brazo izquierdo a manos de uno de sus dos rottweilers, entrenados por él mismo como mascotas y guardias. Emilio Muñoz vive en Neuquén capital, tiene 44 años, es empleado contable y declaró “estar harto de los robos sufridos”, por lo que en 2010 decidó adoptar dos cachorros de esa peligrosa raza.

Uno de sus rottweilers (el macho de una pareja), el mismo que compró y entrenó para protegerse de los ladrones, lo desconoció sábado pasado a la noche, tras regresar a su casa luego de cenar con su novia. Por 10 minutos no le soltó el brazo izquierdo y al llegar al hospital se lo tuvieron que amputar. El perro ya había matado a dos personas dentro de la casa de Muñoz, una en 2011 y otra en 2012.

“En mi casa murieron dos personas”, admitió Emilio Muñoz, por lo que aún tiene “algunos problemas judiciales”, dijo. “Lamento la gente que murió ahí adentro, pero eran ladrones. Uno fue adentro de mi dormitorio y el otro fue en el patio”, sostuvo, tras lo cual manifestó que otros dos hombres “sufrieron heridas de gravedad y se recuperaron con el tiempo”. “Los ataques ocurrieron porque ellos se metieron adentro de mi casa”, remarcó, a la vez que reconoció que había comprado el perro con la intención de defenderse de los robos constantes.

El ataque
Aún internado en el hospital Castro Rendón de la mencionada capital, Emilio relató a los medios de su ciudad cómo fue el ataque: “No sabemos por qué me atacó Otto”, dijo Muñoz en refencia a su perro. Afirmó haber tenido al animal como a cualquier otra mascota, junto a su otro rottweiler macho, Pitto: “cuando me veían llegar –compartió– movían la cola en señal de alegría, y se tiraban al piso para los mimos de rigor”

“Aquel  día –recordó Emilio– salí a guardar el auto, como siempre los saludaba y les digo que voy a guardar el auto y entienden que tienen que ir a la cucha y esperar a que se cierre el portón, esta vez sin embargo, cuando me bajé del auto para ir hacia la casa Otto saltó de la cucha y fue derecho a mi pierna. Mordisqueó su muslo, lo derribó y se prendió a su brazo”, en contraposición, “Pitu, la hembra, me lamía la cara, como si quisiera tranquilizarme”.

Los gritos de auxilio de Luis habían congregado un puñado de otros vecinos pero ninguno se atrevía a tocar a Otto, también la policía y una ambulancia, pero nadie se atrevió a hacer: Muñoz contó que él mismo, tirado en el piso y ensangrentado, le pedía a los gritos a la policía, que acababa de llegar, que matara al perro. Finalmente, fue un vecino que había logrado rescatarlo quien dio muerte al animal.. Luis, que ya conocía como manejar al perro, por lo que lo agarró por el collar de ahorque y a una indicación de Emilio, lo ahogó.

Aunque dolido por la pérdida de su brazo –afortunadamente, aclaró, “me quedé sin el izquierdo y yo soy diestro”– Emilio reconoció que también sentía pena por su mascota. Con su veterinario no descartaban que alguien lo haya drogado para resaltarle sus cualidades más agresivas y pensaban ahora analizar sus genes con una necropsis y una camada de 9 cachorritos que hace poco tuvo con Pitu.

“Lamento las dos personas que murieron –una en mayo de 2011 y otra en febrero de 2012–, lamento no tener el brazo pero este es un debate amplio. Hacemos un debate sobre qué es peligroso y hay muchas cosas peligrosas. El ser humano también. A mí me tocó la desgracia”, reflexionó.

https://www.venado24.com.ar/archivos24/uploads/2019/07/ESTEVEZ-BANNER-WEB-OKEY.gif