Aunque muy por debajo de las estimaciones de las consultoras independientes, el aún intervenido Instituto Nacional de Estadísticas y Censos admitió que la tasa de desocupación trepó al 7,5% durante el segundo trimestre del año, avanzando 0,3 puntos respecto al mismo período del año pasado. La cifra corresponde a la población económicamente activa no posee ocupación y está buscando activamente un trabajo.
En tanto, la tasa de empleo fue del 41,4% y experimentó una caída interanual de 1,7 puntos. Lo cual denota pérdida de puestos de trabajo en el mercado. La subocupación (personas que trabajan menos de 35 horas a la semana) fue del 9,4%, apenas 0,3 puntos menos que hace un año atrás.