PolíticaRevelan una red de espionaje de la AFIP

Tomás Lüders21/05/2016
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Ricardo Echegaray, ex director de la Administración Federal de Impuestos, habría ordenado que, entre otros dirigentes y personas de “perfil opositor”, fuera espiado el actual presidente Mauricio Macri y todo su entorno.

La información surge de una auditoría interna hecha por le actual jefa de la agencia impositiva nacional, Alberto Abad, quien calificó en la intimidad a la maniobra de Echegaray como “una verdadera fábrica de dossier.” Para eso su antecesor trabajó con Guillermo Michel con una consigna: se cerraba una oficina al ingresar a ella el grupo encargado de bajar datos sensibles de un conjunto de contribuyentes.

“La auditoría interna confirmó que también se sacó información confidencial de Elisa Carrió, Margarita Stolbizer, Martín Lousteau, Eduardo Amadeo y el juez Claudio Bonadio”, reveló ayer el diario Clarín.

Ahora la AFIP tendría decidido hacer a la brevedad una denuncia penal contra Echegaray y todo su equipo por el espionaje ilegal del sistema y la ruptura del secreto fiscal con fines de persecución política.

El problema de las filtraciones ya está en conocimiento de la Justicia y en tribunales sensibles: los datos los tienen los jueces Sebastían Casanello y Claudio Bonadio, y el fiscal Gerardo Pollicita.

Durante la campaña
Según a la información publicada por Clarín, el espionaje específico sobre Macri se habría vuelto sistemático durante el segundo semestre del año pasado. Echegaray contaba para ello con un “grupo de tareas” que se infiltró en forma clandestina al sistema informático secreto de la AFIP.

De acuerdo a lo sostenido por Clarín, el ex jefe del organismo habría acelerado el espionaje sobre el entonces candidato presidencial entre octubre y noviembre.

La búsqueda de información confidencial, secreta y privada del actual Presidente, además de ser ilegal por haberse realizado con fines específicamente políticos, también lo es porque se trasgredió la “regla de oro” de la AFIP: ninguna de las figuras afectadas por el espionaje ilegal eran “contribuyentes en fiscalización o con investigación previa a una fiscalización.” Echegaray extendió la maniobra al entorno de Macri, como su propia mujer Juliana Awada, y amigos de su círculo íntimo como Nicolás Caputo, Angelo Calcaterra y Cesar Tortorella.

De cualquier forma, ya era conocido el acceso discrecional del gobierno a información impositiva de distintos ciudadanos, incluso a partir de denuncias hechas por la entonces jefa de Estado, Cristina Fernández, en público.  

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