Recurriendo a una maniobra que era criticada por la oposición cuando la utilizaba el kirchnerismo (que merced a la subestimación del gasto público durante la aprobación parlamentaria de los presupuestos, podía luego disponer con gran discrecionalidad de “fondos excedentes” vía decretos presidenciales) el Ejecutivo publicó la reforma en el Boletín Oficial de hoy.
Así, a pesar de la declamada intención oficial de contener el gasto públic0 para “gradualmente” superar el déficit fiscal tendría que esperar un poco más. Al menos así se sostiene, implícitamente en el decreto presidencial que se publicó ayer estableciendo un incremento de $ 202.026 millones en el gasto, uno de los grandes adversarios según Mauricio Macri para conformar “un país sustentable”. La mayoría del aumento se iría a cubrir gastos corrientes.
El aumento de las erogaciones representa un 7% del presupuesto estimado vigente hasta ayer ($ 2.622.473 millones), por lo que el déficit financiero empeorará en otros $ 135.521 millones, según surge de los cálculos que hizo la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP) sobre la base del decreto de necesidad y urgencia 1013.
Pese al incremento del gasto, los especialistas creen que no está del todo en riesgo el cumplimiento de las metas para este año, aunque sí reconocen una reducción del margen de maniobra oficial. “Esto compromete más la meta fiscal, pero no implica que se vaya a incumplir, porque el Gobierno tiene espacio para frenar ciertos gastos y a partir de esa subejecución cumplir con el objetivo del 4,2% [del producto]”, explicó al diario capitalino La Nación, Rafael Flores, presidente de ASAP.
La norma establece un fuerte aumento de los gastos corrientes, apuntando a cubrir principalmente salarios y las necesidades operativas de los organismos, pero no obras de infraestructura ni inversiones que perduren, que en la práctica se reducirán.