Muricio Macri buscará en las próximas dos semanas conquistar a votantesque no representan el antikirchnerismo acérrimo para romper el techo electoral que tiene el PRO en las primarias presidenciales del 9 de agosto.
Con ese objetivo es que relanzó su página web, donde se dirige a los ciudadanos en primera persona y cuenta cuatro momentos trascendentes de su vida personal: el secuestro que sufrió en 1991, su exitosa presidencia en Boca Juniors, su ingreso a la política y, por supuesto,sus cuatro hijos.
Según Macri, cada una de esas etapas fue determinante a la hora de lanzarse en la carrera hacia la Casa Rosada.
“Quiero ser presidente porque estoy convencido de que puedo ayudar a que todos los argentinos tengan una vida más feliz”. Y profundiza: “Aspirar a una vida feliz es una meta formulada con simpleza, pero es una ambición muy poderosa para una Nación”. En ese sentido, acentúa la importancia de que “todos tengan luz, agua, gas y cloacas”.
Sobre su secuestro en 1991, relató: “No lo supe en ese momento, pero aquel sábado 24 de agosto, en la profunda oscuridad de ese cajón de muertos, algo en mi interior cambió para siempre”.
También se refirió a su hijos, Agustina, Gimena, Francisco (de su primer matrimonio) y Antonia (del último).
“La vida es cambio. Me lo enseñan con insistencia mis hijos mientras se convierten en hombres y mujeres, me lo enseña la piel de mis manos, me lo enseñan las estaciones…”, reflexionó.
“Boca hizo algo mucho más importante que darme triunfos, me educó para la vida con enseñanzas que aún hoy guían todos mis actos”, contó sobre el club xeneize que dirigió.
Y señaló: “Aprendí que la realidad no es algo estático que no podemos modificar, ni un destino que nos viene del pasado como una herencia o una maldición. La realidad -al menos una parte muy grande de ella- es vulnerable a nuestra determinación”.
“Si avanzamos decididos hacia lo que queremos la realidad responde, se modifica, se orienta, lo que parecía un caos se ordena, la desazón se transforma en entusiasmo, y al final, una sucesión de pequeños logros nos lleva al éxito. Boca me enseñó que nada es imposible”, concluyó haciendo un paralelismo con su cambio de discurso de los últimos días.
En la recta final para las PASO, el líder del PRO dejará de hablar de “cambio” para seducir al votante independientee. El discurso de críticas más moderadas hacia el kirchnerismo ya lo mostró luego de los comicios porteños, donde su delfín Horacio Rodríguez Larreta ganó la Jefatura de Gobierno. Luego del triunfo y en medio de los festejos, Macri reivindicó la estatización de YPF, Aerolíneas Argentinas y los fondos de seguridad social hoy en manos de la ANSES. Además, aseguró que si llega a se Presidente mantendrá la Asignación Universal por Hijo. Todas medidas que su partido votó en contra cuando fueron debatidas en el Congreso.
En esa línea se mantendrá estas semanas y ssegurará que “no se dará marcha atrás en los avances importantes que se hicieron en los últimos 12 años y que se apuntará a mejorar lo logrado, con un Estado eficiente”.
La búsqueda del voto que en el PRO definen como independiente y que será vital en una eventual segunda vuelta, apunta a que no teman que votar a Macri será dar “un salto al vacío”. Pero ello no resignará al votante aspiracional, ya que transmitirán la idea de que se mantendrá lo ganado “para mejorarlo”.
La provincia de Buenos Aires será el eje de la campaña. Macri concentrará sus visitas en el conurbano junto a la precandidata a gobernadora María Eugenia Vidal pero también con el electo jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, y la precandidata a Vicepresidente Gabriela Michetti.