Frente la publicación del informe de la UCA que sostiene que en el conourbano bonaerense más del 40 por ciento están bajo la línea de pobreza, y sin aún blanquearse los nuevos indicadores oficiales que miden justamente la pobreza y la indigencia, el ministro Kicillof se mostró indignado por el reporte, y espetó: “Es insostenible decir que hay mucha más pobreza”, agregando a continuación una frase que quedará en la antología de las frases menos afortunadas de la política argentina:
“Medir la pobreza todos los días, decir que hay un pobre más, un pobre menos, no es metodológicamente muy serio“, aseguró sin titubear el ministro de Economía.
En diálogo con radio América, el titular del Palacio de Hacienda explicó que “los ingresos son estacionales, son anuales” y dijo que “hay mucha discusión sobre cómo se mide”.
“Medir la pobreza todos los días, ayer, hay un pobre más, un pobre menos, no es metodológicamente muy serio”, soltó.
“Tomar una canasta de bienes de cosas, que incluye elementos de alimentación, vestimenta, y el que no accede a esta canasta es pobre, [es] una cosa bastante arbitraria”, insistió.
Más temprano, en su habitual conferencia de prensa en Casa Rosada, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, había dicho que la pobreza tuvo “una reducción abrupta, intensa”.
Números. Los resultados de la encuesta del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia para 2013, que la UCA presentará hoy, muestran que en los últimos dos años, como consecuencia de la suba de precios y del menor nivel de actividad económica, se agravó la situación de la niñez.
El 42,6% de los chicos y adolescentes del conurbano bonaerense están en la pobreza. Y el 9,4% sufre indigencia, ya que en sus casas no hay ni siquiera recursos para la alimentación básica.
Traducidos los índices, en el conurbano hay 1,3 millones de chicos de hasta 17 años que son pobres. De ellos, 290.000 son indigentes.