Los hijos de la ex presidenta asisten al edificio de Comodoro Py 2002 para enfrentar las acusaciones de asociación ilícita, cohecho y lavado de dinero en el marco de la causa “Los Sauces”, al inmobiliaria familiar a través de los que la familia Kirchner habría recibido “retornos” de Cristóbal López y Lázaro Báez, quienes también están imputados. Mañana debe declarar la ex mandataria ante el juez de la causa, Claudio Bonadío.
La presentación de la hija de la ex mandataria ingresó a las 9.10 am al edificio. Frente al edificio militantes de Unidos y Organizados cortaban la avenida Antártida Argentina. Eran acompañados por Hebe de Bonafini y algunos de sus seguidores. Una hora después lo hará su hermano, Máximo, y mañana, Cristina Fernández de Kirchner. Todos serán indagados por el juez y el fiscal Carlos Rívolo como dueños de la firma Los Sauces, inmuebles que los Kirchner alquilaron a los empresarios Lázaro Báez y Cristóbal López, contratistas o beneficiarios del Estado.
Si bien no trascendió cuál será la estrategia judicial que utilizará cada uno de los acusados, se prevé que Florencia entregue un escrito y que Máximo daría una respuesta “política” ante el magistrado que lleva adelante la causa y con quien mantienen una relación de particular aversión recíproca. En cuanto a la ex presidenta, si repite el mismo proceder que las veces anteriores, contestará preguntas y dejará un escrito con consideraciones personales y argumentos técnicos.
Alerta en el FPV
Ayer, en una entrevista radial, el diputado del Frente para la Victoria Andrés Larroque manifestó preocupación acerca de que la ex familia presidencial quede detenida luego de la indagatoria. “Es absolutamente posible que Máximo y Florencia Kirchner terminen presos”, dijo.
“No descartamos ningún tipo de provocación. Ninguno de los tres debería estar en Comodoro Py, esta discusión tiene que darse en la política. El Gobierno lo hace porque la intención de voto de Cristina sigue creciendo y la de Macri no encuentra piso”, analizó el diputado camporista.
Según fuentes judiciales, las posibilidades de que los Kirchner pasen la noche detenidos son escasas. Bonadio eximió a Florencia de prisión, a pedido de la ex presidenta, con la condición de que no huya del país. En cuanto a Máximo, sus fueros como diputado le dan inmunidad y, por lo tanto, no corre ese riesgo. Cristina, en tanto, aclaró que no teme estar presa, mientras no se metan con sus hijos.
Más allá de las eventuales consecuencias en las que pueda derivar la indagatoria, el grupo ultrakirchnerista Unidos y Organizados ya lanzó, mediante las redes sociales, una convocatoria para que militantes se aposten en la entrada de los tribunales, para apoyar a Máximo y Florencia. Bajo el lema “Vienen por Cristina, vienen por la democracia”, la organización convoca a los manifestantes a las puertas de Comodoro Py a las 8 de la mañana de hoy. A modo de prevención, y para evitar complicaciones de seguridad, en Comodoro Py alertaron a la cartera que conduce Patricia Bullrich para que prepare un operativo especial.
Días atrás, también habían lanzado una consigna a los usuarios de Twitter que consistía en subir una foto de la ex presidenta acompañada de la frase: “Para demostrarle a Bonadio que los Kirchner son del pueblo y no los toca nadie”. Mañana, la propuesta de la organización no es acompañar a su líder, sino participar, a pedido de Cristina, de la movilización que convoca la CGT.
La causa
Los hijos del matrimonio Kirchner quedaron involucrados en Los Sauces tras el fallecimiento de Néstor falleció. Originalmente, la sociedad era del matrimonio y Máximo sólo tenía una pequeña parte de las acciones. Tras la muerte del ex presidente, las acciones se repartieron entre los tres herederos y entonces se sumó Florencia.
Según Bonadio, la acusación es por haber integrado una organización que recibió dinero como contraprestación por el otorgamiento de obra pública, licencias de juego u otros beneficios. Ese dinero se “procesaba” a través de contratos de alquiler mediante la sociedad Los Sauces para darle un origen, en apariencia, lícito.
Todos tienen los bienes inhibidos y Florencia, además, está acusada de recibir $ 3,7 millones de la firma. Ese monto formaba parte de los 6 millones de dólares que se hallaron en su caja fuerte del Banco Galicia, que le había transferido su madre.
Con esta última ronda de declaraciones, Bonadio deberá decidir si procesa a la familia Kirchner o no. Se espera que tome esa decisión en los próximos 10 días.