Omar Lavieri (Infobae), uno de los periodistas que más pruebas ha encontrado para vincular al vicepresidente Amado Boudou con el Ciccone, reveló que la justicia federal investiga una multimillonaria defraudación en la estatal Empresa Argentina de Soluciones Satelitales (ARSAT)
En una causa judicial el juez Sebastián Ramos y el fiscal Carlos Rívolo tienen a su cargo una expediente en el que se trata de determinar qué sucedió con una cifra que supera los 70 millones de pesos en bonos.
Debe recordarse que la semana pasada el nombre de ARSAT tuvo su pico de gloria, tras el lanzamiento del satélite geoestacionario de telecomunicaciones de nombre homónimo. Pero en los tribunales porteños de Comodoro Py esta causa judicial que puede hacer que el nombre de la empresa estatal termine también trascendiendo por otros motivos menos loables.
El juez Ramos y el fiscal Rívolo tienen a su cargo un expediente con una denuncia que recae sobre un funcionario jerárquico de la gestión previa a la llegada de Axel Kicillof a Economía, quien habría manejado los bonos de la empresa de manera irregular. La denuncia fue presentada desde la propia ARSAT luego del cambio de gestión.
Debe recordase que la empresa estatal ARSAT estuvo bajo la órbita del siempre sospechado ministro de Planificación Julio de Vido hasta que Kicillof se quedó también con ese espacio, tras ganar la disputa de poder con el histórico “pingüino”, hombre de Néstor Kirchner, pero que no terminó de ganarse la confianza de la jefa de Estado. Kicillof al frente de la compañía creada en 2006 a Matías Bianchi Villelli, ex compañero de división del Colegio Nacional de Buenos Aires.
Fue Bianchi Villelli quien a fines de 2013 presentó una denuncia en la justicia federal contra Rafael José Rossi, quien fuera subgerente de Administración y Finanzas de la empresa estatal.
Según fuentes judiciales consultadas por Lavieri, Bianchi Villelli denunció que Rossi había alquilado los bonos que conforman el patrimonio de ARSAT. El alquiler de bonos es algo bastante común-explican en el sistema financiero- para realizar operaciones de apalancamiento.
A Rossi se le entregó un poder para actuar en representación de ARSAT en los negocios de cualquier tipo siempre y cuando las operaciones no excedieran los 50 mil pesos. En virtud de ese poder, Rossi – siempre según la denuncia- firmó convenios con la sociedad de Bolsa “Tranexbur” y entregó en alquiler bonos por un valor nominal que ronda los 79 millones de pesos. El plazo del alquiler coincidía con el vencimiento de los títulos: diciembre de 2038.
Según fuentes judiciales, “el fraude cometido por Rossi consiste en el haber perjudicado los intereses de la empresa al haber alquilado los títulos públicos por un lapso muy prolongado de tiempo, imposibilitando, de ese modo, la disposición de los mismos para cumplir con la finalidad que marca el estatuto de la sociedad”.