Como ya es habitual, el gobierno aprovecha sus facultades “excepcionales” (la vieja ley de emergencia de la Alianza) para ampliar o modificar por decreto del Ejecutivo partidas del presupuesto originalmente aprobado por el Congreso nacional. Maniobra que ha visto incrementada la discrecionalidad del Ejecutivo merced al incremento de una inflación convenientemente subvalorada en los proyectos anuales de presupuesto.
Este fin de año la beneficiada será la super-deficitaria Aerolíneas Argentinas, que sumará una transferencia de 955 millones de pesos. Estos casi mil millones son parte de los 40.000 millones de pesos que hace dos días ampliaron por decreto el total del presupuesto.
El monto surge de la decisión administrativa 1008 que en la página 4 de un anexo de 96, contiene una partida para la empresa aérea de bandera bajo el concepto “formulación y ejecución de políticas de transporte aerocomercial”.
La necesidad de fondos de la empresa aérea ha sido una constante en los últimos años. Hasta octubre pasado, Aerolíneas Argentinas había recibido 2977 millones de pesos, lo que representaba alrededor del 93% del total del presupuesto para 2014. Según datos de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), en esos 10 primeros meses del año, la compañía había utilizado 16% más que el mismo período del ejercicio anterior.
Otra de las empresas públicas que recibió dinero con la modificación presupuestaria es la Administradora de Recursos Humanos Ferroviarios. Esta sociedad anónima con participación estatal mayoritaria es una estructura burocrática que se dedicar liquidar los salarios de los casi 17.000 empleados de los servicios ferroviarios de pasajeros y cargas que regresaron al Estado entre 2004 y 2013. De acuerdo a la norma que se publica hoy, la estatal recibió 200 millones de pesos.
Según el analista económico Diego Cabot, la modificación actual de partidas no es puro aumento. En un momento de escasez de divisas, se realiza afectando otras partidas.
“No todos ganan en estas modificaciones presupuestarias. Justamente para que unas se lleven dinero, otras pierden. La perjudicada en este caso fue la Administradora de Infraestructura Ferroviaria (ADIF) que cedió 250 millones de pesos. Este movimiento evidencia una tendencia que se ve en gran parte de la estructura del Gobierno. En épocas donde no hay plata para todos, los gastos operativos se imponen por sobre los gastos en bienes de capital o la inversión. Las urgencias mandan”, expresó Cabot en su columna de hoy en La Nación.
Así por ejemplo, el Ministerio de Salud recibió 200 millones de pesos para transferir a las provincias y municipios. Y el Hospital Posadas, centro de grandes movilizaciones de empleados a raíz de la muerte de un camillero y de un paciente, también recibió lo suyo: 4,5 millones de pesos.
Las transferencias a la Anses desde el Ministerio de Trabajo siempre están presente. Según la norma que se publicó hoy, para atender las asignaciones familiares se destinaron 4500 millones de pesos que recibirá la Anses para luego, pagar los beneficios.
La metodología de modificar partidas y aumentar el gasto se ha convertido en algo habitual en los últimos años. Los ingresos se subestiman en el presupuesto y luego, la diferencia por mayor recaudación, se distribuye discrecionalmente. Si a esto se suma la facultad de disponer reasignación de partidas que tiene el Poder Ejecutivo, el presupuesto nacional se torna poco menos que un esquema que pierde validez a poco de aprobado.