Trece días después de su fuga del penal de “máxima seguridad” de General Alvear junto a su hermano Cristian Lanatta y Víctor Schilacci, Martín Lanatta está detenido: tras un espectacular traslado Lanatta pasó la noche en el penal de Ezeiza, en donde permanece confinado a un área especial, habitualmente reservada por el corrompido sistema penal bonaerense para sus delincuentes “vip” que abonan cifras extra por mejor alojamiento.
Hoy, cerca de 24 horas después de su arrestado, sus abogados, Elizabeth Gasaro )foto 2) y Humberto Próspero, aseguraron que su cliente estaba ““está angustiado, dolorido y muy estresado””, además de muy preocupado por su familia, “por su hermano y por Víctor” Schillaci.
“Estaba preocupado por su hermano y por Víctor, quería saber si había novedades. También quería saber cómo estaba su familia. Fue Gasaro quien habló con él y fue una charla muy corta, de menos de un minuto, porque se priorizó la cuestión humanitaria”, sostuvo Próspero.
El abogado, que había sido convocado en noviembre pasado por los hermanos Lanatta para que revise la condena y analice si había anomalías, contó también en una entrevista con radio Mitre que él le hubiera aconsejado a los condenados que no se fugasen y que en pocas horas se entrevistará con Martín.
“Está muy angustiado y cansado, no estaba en condiciones de mantener un diálogo ayer. Hoy, sí está en condiciones psicofísicas, lo vamos a visitar para hablar con él, sólo si los médicos lo autorizan. Si no, vamos a tener que esperar la recuperación”, dijo.
Además, Próspero explicó que para dar una declaración, la persona tiene que estar en condiciones físicas y psicológicas adecuadas, y advirtió: “Queremos que se recupere para que nos explique qué pasó”.
